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Los ácidos grasos omega-3 podrían beneficiar la salud mental de los mayores

Publicado

5 abril 2018

Un nuevo estudio realizado en Australia sugiere que un mayor consumo de ácidos grasos omega-3 podría mitigar los síntomas de depresión en las personas mayores con un leve deterioro cognitivo y reducir el riesgo de desarrollar demencia. Al mismo tiempo, una controvertida revisión no ha observado beneficios de la suplementación con ácidos grasos omega-3 sobre la función cognitiva de personas mayores sanas.

El ensayo aleatorizado controlado investigó los posibles beneficios de suplementar la dieta con ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) para combatir síntomas de depresión, aumentar la calidad de vida y mejorar la cognición de las personas mayores con un deterioro cognitivo leve (DCL) (1). A tal fin, se dividió en grupos a un total de 50 personas de más de 65 años con DCLy se les administraron suplementos ricos en EPA (1,67 g de EPA + 0,16 g de DHA al día), DHA (1,55 g de DHA + 0,40 g de EPA al día) o ácido linoleico, un ácido graso omega-6 (LA; 2,2 g al día) durante un periodo de 6 meses. Los resul-tados del estudio mostraron que, en comparación con el grupo LA, los síntomas de depresión geriátrica mejoraron significativamente entre las personas de los grupos EPA y DHA. En el grupo DHA mejoró también la fluidez verbal. Se estableció una correlación entre la disminución de los síntomas de depresión y el aumento del consumo de DHA más EPA. La sensación de una mayor salud física, según las declaraciones de los pacientes, se asoció al mayor consumo de DHA, si bien no se observaron efectos clínicos en otros parámetros cognitivos o de calidad de vida.

Los investigadores concluyeron que el aumento del consumo de DHA y EPA podría ser beneficioso para la salud metal de las personas mayores que padecen MCI. Asimismo, un mayor consumo de ácidos grasos omega-3 podría reducir los síntomas de depresión y el riesgo de padecer demencia. Los investigadores afirmaron la necesidad de llevar a cabo ensayos clínicos más extensos para confirmar estos resultados.

En una revisión sistemática publicada al mismo tiempo, se analizaron 3 ensayos controlados aleatorizados en los que intervinieron un total de 3.536 participantes sanos mayores de 60 años para establecer si los suple-mentos de omega-3 prevenían el deterioro cognitivo y la demencia (2). El análisis de los datos no demostró ningún efecto sobre la función cognitiva. Los expertos han criticado que los estudios evaluados presentan defectos graves. Así, mientras que el ensayo más grande se centró en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y no estaba diseñado para medir la cognición (Geleijnse J. M. et al. 2011), los dos estudios más pequeños habían utilizado dosis demasiado bajas como para que se apreciara algún efecto (Dangour A. D. et al. 2010) o habían incluido a participantes que ya presentaban unos niveles muy altos de DHA en sangre al comienzo de dichos estudios (van de Rest O. et al. 2008).

REFERENCIAS

  1. Sinn N et al. Effects of n-3 fatty acids, EPA v. DHA, on depressive symptoms, quality of life, memory and executive function in older adults with mild cognitive impairment: a 6-month randomised controlled trial. British Journal of Nutrition. 2012; 107:1682–1693.
  2.  Sydenham E. et al. Omega 3 fatty acid for the prevention of cognitive decline and dementia. Cochrane Database of Systematic Reviews 2012. Issue 6. Art. No.: CD005379.

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