De acuerdo con una nueva revisión realizada en EE. UU., los suplementos de ácidos grasos omega-3 procedentes del aceite de algas podrían reducir los triglicéridos en sangre y aumentar el colesterol HDL en personas que no padecen enfermedades coronarias.
Basándose en una revisión sistemática de 11 ensayos aleatorizados controlados con 485 participantes sanos, los investigadores llevaron a cabo un meta-análisis de la asociación entre los suplementos de ácido docosa-hexaenoico (DHA) derivado de las algas (dosis media: 1.68 g/día) y los cambios en las concentraciones de triglicéridos, colesterol LDL y colesterol HDL como factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares (1). El análisis mostró que los suplementos de DHA disminuían de forma significativa el nivel de triglicé-ridos y aumentaban claramente tanto el colesterol HDL como el LDL.
Los investigadores concluyeron que los suplementos de ácidos grasos omega-3 procedentes del aceite de algas pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la concentración de triglicéridos y aumentar el nivel sérico de colesterol HDL en personas sin enfermedades coronarias. El efecto neto de la suplementación sobre las lipoproteínas y lípidos séricos podría ser beneficioso pese al aumento del colesterol LDL.
El consumo de pescados grasos ricos en ácidos omega-3 está recomendado tanto para personas sanas como para aquéllas con hipertensión, niveles elevados de triglicéridos y enfermedad coronaria (2-5). Asimismo, podría ser beneficioso para personas que padecen insuficiencia cardiaca (6). En la naturaleza, los peces acumulan ácidos grasos omega-3 mediante el consumo de algas marinas. Últimamente se han cultivado algas que producen de manera preferente DHA y se ha extraído el aceite de las mismas para elaborar suplementos.