Según un nuevo estudio australiano, los suplementos de ácidos grasos omega-3 en pacientes con artritis reumatoide de reciente comienzo parecen reducir el riesgo de fracaso de los fármacos antirreumáticos.
En el ensayo controlado aleatorizado se administró a pacientes que sufrían de artritis reumatoide desde hacía menos de 12 meses una dosis alta (5,5 g/día) o baja (0,4 g/día) de aceite de pescado con ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), además de tres fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (1). Los resultados del estudio mostraron que los participantes que recibieron la dosis más alta de aceite de pescado presentaban un riesgo significativamente más bajo de fracaso del tratamiento farmacológico combinado y un porcentaje más alto de remisión de los síntomas de la enfermedad.
Como señalan los investigadores, en estudios anteriores ya se ha probado que los efectos antiinflamatorios de los ácidos grasos omega-3 pueden frenar la rigidez y el dolor de las articulaciones en pacientes con artritis reumatoide de larga duración, una enfermedad autoinmune que provoca la inflamación de las articulaciones (2). Además, los suplementos de aceite de pescado han demostrado mejorar la eficacia de los fármacos antiinflamatorios. A diferencia de los medicamentos recetados, el aceite de pescado no parece ralentizar la progresión de la artritis reumatoide, sino sólo tratar los síntomas.