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Los ácidos grasos poliinsaturados pueden disminuir el riesgo de fracturas osteoporóticas

Publicado

1 abril 2015

Un nuevo estudio de Tamara Harris et al. del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (Bethesda, MD, EE. UU.) examina el consumo de PUFA y aceite de pescado y sus efectos sobre el riesgo de fracturas osteoporóticas en una cohorte de 1438 adultos.

Los estudios que se han realizado hasta la fecha sobre los ácidos grasos circulantes y el riesgo de fractura son relativamente escasos y han arrojado resultados poco concluyentes. Un ensayo anterior llevado a cabo por Orchard et al (2013) reveló que unos niveles elevados de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) en los glóbulos rojos tenían una acción protectora frente a las fracturas de cadera. Se cree que el efecto protector de los ácidos grasos de origen marino está relacionado con la modulación inflamatoria y la regulación de osteoclastos/osteoblastos a nivel celular, lo cual a su vez reduce la pérdida de masa ósea y contribuye, por tanto, a mantener la densidad mineral ósea (DMO). Los estudios de laboratorio han demostrado que el DHA es un potente inhibidor de las actividades de resorción ósea de los osteoclastos (Rahman et al., 2008). Por su parte, los estudios en ratas han puesto de manifiesto un incremento del equilibrio del calcio después del consumo de aceite de pescado (Kruger and Coetzer, 1995).

El nuevo estudio determinó el número de fracturas osteoporóticas en una cohorte de 1438 hombres y mujeres islandeses de entre 66 y 96 años durante un periodo de 5 a 9 años tras su participación. Mientras que la ingesta de aceite de pescado se evaluó por medio de cuestionarios de consumo validados, el perfil completo de ácidos grasos se estableció a partir de muestras de fosfolípidos en sangre. Los resultados finales indican un riesgo ligeramente menor de fracturas osteoporóticas asociado con un mayor consumo de PUFA en todos los adultos, mientras que una mayor ingesta de ácidos grasos omega 6, especialmente de ácido araquidónico (ARA), produjo un aumento del riesgo en las mujeres. Curiosamente no se pudieron demostrar los beneficios del consumo de aceite de pescado a través de todo el ciclo vital, pero sí un efecto protector frente el riesgo de facturas en los hombres de edad avanzada y en las mujeres de mediana edad. Estos resultados indicarían que el aceite de pescado protege contra la osteoporosis relacionada con la aparición de la menopausia en las mujeres; sin embargo, una vez que la DMO ha disminuido, el aceite de pescado no ofrece protección contra las fracturas en mujeres mayores.

REFERENCIAS

  1. Harris T.B., Song X., Reinders I., Lang T.L., Garcia M.E., Siggeirdottir K., Sigurdsson S., Gudnason V., Eiriksdottir G., Steingrimsdottir L. Aspelund T, Brouwer I.A. and Murphy R.A. Plasma phospholipid fatty acids and fish-oil consumption in relation to osteoporotic fracture risk in older adults: the Age, Gene/Environment Susceptibility Study. Am J Clin Nutr, March 2015 doi: 10.3945/ajcn.114.087502
  2. Orchard T.S. et al.. The association of red blood cell n-3 and n-6 fatty acids with bone mineral density and hip fracture in the women’s health initiative. J Bone Miner Res 2013, 28:505–15.
  3. Rahman M.M., Bhattacharya A. & Fernandes G. DHA is a more potent inhibitor of osteoclast differentiation in RAW 264.7 cells than EPA. J Cell Physiol 2008. 214(1): 201–209.
  4. Kruger M.C. & Coetzer H.. EPA and DHA increases calcium balance. Nutritional Research 1995, 15(2): 211–219.

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