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Los estudios del corazón insisten en la reducción de sal

Publicado

26 enero 2009

Un nuevo estudio confirma la reducción de la ingesta de sodio y potasio.

El estudio reunió datos de 2.275 participantes de edades comprendidas entre los 30 y los 54 años con antecedentes de hipertensión (1). Las personas fueron divididas en dos ensayos: TOHP I probaron siete intervenciones no farmacológicas durante 18 meses, incluyendo intervenciones en el estilo de vida dirigidas a la pérdida de peso, reducción de sodio y control del estrés, y suplementos de calcio, magnesio, potasio y aceite de pescado. TOHP II examinó el efecto de la pérdida de peso y la reducción de sodio durante un periodo de tres años.

A lo largo del estudio se documentaron 193 casos de enfermedad cardiovascular (EVD). Aunque no se apreciaron diferencias para los niveles de excreción de sodio o potasio de forma independiente, se observó una tendencia significativa cuando los investigadores consideraron la tasa de excreción de sodio en relación con el potasio.

Los investigadores descubrieron que esta tasa de excreción era la medida más fuerte para predecir la ECV. Una tasa de excreción elevada del sodio en relación con el potasio, indicativa de una mayor ingesta de sodio y menor de potasio, disminuía el riesgo de padecer enfermedades cardiacas un 24%. El efecto de la excreción urinaria de sodio o potasio aumentaba cuando el otro se incluía en el modelo, lo que sostiene la idea de que la actividad conjunta de estos dos electrolitos puede tener una importante función biológica. Estos hallazgos sugieren que reducir el consumo diario de sodio y aumentar a su vez e de potasio puede reducir la incidencia de ECV en la población.

La sal es un nutriente vital y necesario para el funcionamiento del organismo, pero los que abogan por una reducción de su consumo, como la Consensus Action on Salt and Health (CASH), consideran que la ingesta media diaria de sal en el mundo occidental de entre 10 y 12g es demasiado alta. Numerosos científicos están convencidos de que la ingesta elevada de sal es responsable del aumento de la presión arterial (hipertensión), un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares que causan casi un 50% de los fallecimientos en Europa.

REFERENCIAS

  1. Cook N. R. et al. Joint Effects of Sodium and Potassium Intake on Subsequent Cardiovascular Disease ? The Trials of Hypertension Prevention Follow-up Study. Archives of Internal Medicine, 2009; 169(1):32–40.

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