Un nuevo ensayo clínico realizado por Khayznikov et al. (1) ha revelado que los pacientes con unos bajos niveles séricos de vitamina D que presentan intolerancia al tratamiento con estatinas pueden superar dicha intolerancia restaurando los niveles séricos normales de vitamina D mediante la administración de suplementos. Las estatinas se utilizan comúnmente por su efectividad para reducir los niveles sanguíneos de colesterol en pacientes con enfermedades cardiovasculares o riesgo de padecerlas. Una quinta parte de las personas que necesitan estatinas desarrollará algún tipo de intolerancia, a menudo en forma de dolores musculares o problemas de memoria.
Las estatinas son un tipo de fármaco para reducir el colesterol. Actúan inhibiendo la enzima HMG CoA reductasa, que suele tener una función importante en la producción de colesterol. Las estatinas son recetadas con frecuencia por los médicos dada la estrecha asociación que existe entre unos niveles altos de colesterol y las enfermedades cardiovasculares (ECV). En los países de la OCDE (Organización para La Cooperación y el Desarrollo Económicos), se prescribió un promedio de un 9 % en 2011, con el índice más alto en Australia (13,7 %), Reino Unido (13 %) y Eslovaquia (13 %), respectivamente (2). Hasta un 20 % de los pacientes que toman estatinas puede padecer algún tipo de efectos secundarios, siendo los más comunes los dolores musculares y los trastornos de memoria.
Unos niveles bajos en suero de vitamina D pueden ocasionar problemas con los músculos como mialgia, miositis y miopatía (1). Muchos pacientes con intolerancia a las estatinas se enfrentan también a problemas similares. Resulta lógico que las personas con unos niveles bajos de vitamina D sean especialmente susceptibles a padecer dolores musculares relacionados con la intolerancia a las estatinas.
Un reciente metaanálisis de 7 estudios con 2420 pacientes tratados con estatinas (3) proporciona evidencia de que unos niveles bajos de vitamina D están asociados con dolores musculares en pacientes que siguen un tratamiento con estatinas. Khayznikov et al. (1) constataron que si los pacientes con intolerancia a las estatinas y unos niveles séricos bajos de vitamina D (˂ 32ng/mL) fueran tratados con una dosis total de vitamina D de 50 000 a 100 000 UI/semana, los problemas relacionados con los músculos desaparecerían en aproximadamente 9 de cada 10 casos.
No obstante, el efecto puede depender del tipo de estatina. Backes et al (4) señalaron que el restablecimiento de la vitamina D en pacientes con deficiencia e intolerancia a la rosuvastatina a un nivel sérico mínimo de 30ng/mL sólo conseguía aliviar el dolor muscular relacionado con la intolerancia en el 53 % de los casos.