Un nuevo estudio ha vuelto a examinar los datos del extenso estudio australiano DOMInO, en el que se analizaron los efectos de una intervención con un suplemento que contenía el ácido graso omega-3, ácido docosahexaenoico (DHA), en el desenlace del parto de 2399 mujeres gestantes. Esta intervención permitió a los hospitales ahorrar una media de 92 dólares australianos por embarazo único (60 euros o 66 dólares estadounidenses), especialmente en lo que se refiere a hospitalizaciones más cortas, lo cual equivale a un ahorro anual potencial de entre 15 y 51 millones de dólares australianos (10 – 33 millones de euros) para el sistema público de hospitales de Australia.
La suplementación materna de DHA durante el embarazo está asociada con un periodo de gestación más largo y un mayor peso al nacer. Pero lo más importante, también reduce la incidencia de partos muy prematuros (es decir, aquellos que se producen antes de las 34 semanas de gestación), lo que a su vez disminuye el promedio de días que la madre y el bebé tienen que permanecer en el hospital.
El grupo del Profesor Makrides (1) ha examinado de nuevo los datos relacionados con los costes hospitalarios del extenso estudio australiano DOMInO (DHA to Optimize Mother and Infant Outcome) (2), en el que se administró una dosis diaria de 800 mg de ácido docosahexanoico (DHA) en forma de cápsulas de aceite de pescado a 2399 mujeres embarazadas que participaron en el ensayo. Para ello se realizó un cálculo minucioso de los costes para el servicio público de hospitales australiano teniendo en cuenta los costes de hospitalización, los costes de atención perinatal y los costes de atención neonatal.
La intervención permitió a los hospitales ahorrar una media 92 dólares australianos por embarazo único (60 euros o 66 dólares estadounidenses), lo que equivale a un ahorro anual potencial de entre 15 y 51 millones de dólares australianos (10 – 33 millones de euros) para el sistema público de hospitales de Australia. El motivo principal fue una reducción de un 15 % en los nacimientos prematuros en el grupo de intervención en comparación con el grupo de control.
El estudio muestra que la suplementación con DHA no solo beneficia la salud de la madre y el bebé, sino que también puede reducir considerablemente los costes de salud pública.