Según un nuevo estudio realizado en China, la situación de consumo de vitamina D podría predecir el riesgo de discapacidad y muerte a corto plazo en gente que hayan sufrido un accidente cerebrovascular isquémico agudo.
El estudio de caso-control midió las concentraciones de vitamina D en sangre de 220 pacientes que habían sufrido un accidente cerebrovascular isquémico (ACVI) agudo y documentó los casos de discapacidad y muerte entre estos (1). Los resultados del estudio mostraron que los pacientes con niveles de vitamina D más bajos tenían un riesgo considerablemente mayor de muerte y discapacidad en los 90 días tras el ictus. Los pacientes con ACVI agudo tenían unos niveles de vitamina D significativamente menor que aquellos participantes que no habían padecido ictus, siendo los valores 14,2 ng/ml y 17,0 ng/ml respectivamente.
Los investigadores concluyeron que los niveles de vitamina D parecen ser un marcador independiente de pronóstico de muerte y discapacidad funcional a corto plazo (por ej., incapacidad para mover las extre- midades, hablar o ver) tras un ACVI agudo. Investigaciones anteriores han vinculado el aporte insuficiente de vitamina D con un riesgo elevado de una serie de eventos cardiovasculares, como un accidente cardio- vascular, y de mortalidad (2). El accidente cerebrovascular isquémico agudo –en el que la irrigación de sangre al cerebro es interrumpida debido a un bloqueo en las arterias o los vasos sanguíneoses el tipo más común de accidente cerebrovascular. En los Estados Unidos, unas 800 000 personas sufren accidentes cerebrovasculares cada año, de los cuales entre 80% y 90% son isquémicos.