Corporate Website

Compartir

Etiquetas

  • NOTICIAS
  • 2009

No está demostrado que los antioxidantes prevengan el síndrome metabólico

Publicado

8 septiembre 2009

Aun cuando los suplementos de antioxidantes no reduzcan el riesgo de síndrome metabólico en personas sanas sin riesgos importantes de deficiencias de micronutrientes, unas concentraciones bajas de betacaroteno y vitamina C se han asociado a un mayor riesgo de padecer este trastorno, según un nuevo estudio.

El estudio incluyó a 5.220 adultos a los que se asignó aleatoriamente una mezcla de vitamina C, vitamina E, betacaroteno, selenio y zinc en forma de cápsulas o cápsulas de placebo inactivo (1). Después de una media de 7,5 años, 263 participantes en el estudio fueron diagnosticados con síndrome metabólico. No hubo diferencias significativas en cuanto al riesgo entre los grupos de suplementos y de placebo.

Sí hubo diferencias, sin embargo, cuando los investigadores observaron los niveles de antioxidantes en la sangre al principio del estudio. El tercio con los niveles más altos de vitamina C mostraron la mitad de riesgo de síndrome metabólico que aquéllos con los niveles más bajos. De forma similar, el tercio con los niveles más altos de betacaroteno manifestaron sólo un tercio del riesgo de síndrome metabólico que aquéllos con las concentraciones más bajas.

El menor riesgo de síndrome metabólico en personas con mayores concentraciones de antioxidantes en la sangre al comienzo del estudio probablemente refleje sus patrones alimentarios en general sanos, con un consumo de alimentos ricos en antioxidantes como frutas y verduras.

En contraste, unos niveles altos de zinc en la sangre se asociaron a un mayor riesgo de síndrome metabólico. Si bien no está clara la razón de que esto sea así, los investigadores especulan que unos niveles altos de zinc podrían reflejar, en algunas personas, un consumo elevado de carne roja, que es una de las principales fuentes de este mineral.

Los investigadores reconocieron que los participantes en este estudio tenían una alimentación y hábitos de vida más sanos que la población en general, lo cual podría afectar a la generabilidad de los resultados del estudio. Los individuos con síndrome metabólico al final de seguimiento tenían conductas menos sanas que los que no padecían este trastorno; como se suponía, se trataba con frecuencia de fumadores, personas poco activas físicamente, con un mayor IMC y más susceptibles de tomar medicamentos, especialmente para la hipertensión.

El síndrome metabólico alude a un grupo de factores de riesgo de diabetes tipo 2, cardiopatías y accidente cerebrovascular, que incluyen alta presión arterial, obesidad abdominal, bajos niveles de colesterol HDL "bueno" y niveles altos de triglicéridos y de azúcar en la sangre. La enfermedad se diagnostica cuando la persona presenta al menos tres de estos factores de riesgo (véase también Opinión de los Expertos).

REFERENCIAS

  1. Czernichow S. et al. Effects of long-term antioxidant supplementation and association of serum antioxidant concentrations with risk of metabolic syndrome in adults. Am J Clin Nutr, 2009; 90:329–35.

This site uses cookies to store information on your computer.

Más información