OPINIÓN EXPERTA
Investigación sobre vitaminas – Prepararse para el futuro
1 enero 2013
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Universidad de Tufts, Boston, EE. UU..
25 febrero 2010
Una ingesta de calcio superior a los niveles diarios recomendados podría reducir en un 25% el riesgo de fallecer de cardiopatía y cáncer, según un nuevo estudio.
En el estudio prospectivo poblacional, se analizaron datos de 23.366 hombres suecos de edades comprendidas entre los 45 y los 79 años (1). Entre 1998 y finales de 2007 se documentaron 2.358 fallecimientos por todas las causas, 819 de ellos por enfermedades cardiovasculares y 738 por cáncer. La ingesta media diaria de 1.953 mg de calcio se asoció a un riesgo menor no significativo de muerte por cardiopatía en comparación con una ingesta media diaria de 990 mg. La ingesta media más alta, casi el doble del nivel recomendado, se asoció a una reducción del 25% en la denominada mortalidad por todas las causas frente a la ingesta media más baja.
La ingesta diaria recomendada de calcio para personas de entre 19 y 50 años de edad es de 1.000 mg para hombres y mujeres, según los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses (NIH).
Por otro lado, la ingesta de magnesio de hasta 523 miligramos al día no demostró estar asociada a la mortalidad por todas las causas, por cardiopatía ni por cáncer.
Los resultados relacionados con las cardiopatías parecen estar en línea con los de otros estudios, que indican que el calcio puede reducir la presión arterial y el riesgo de hipertensión. No obstante, está asociación es controvertida.
1 enero 2013
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Universidad de Tufts, Boston, EE. UU..
20 enero 2012
Un nuevo estudio sugiere que el consumo temprano de alimentos ricos en almidón podría determinar la preferencia por las comidas saladas de bebés y niños.
23 mayo 2012
Un reciente estudio realizado en el Reino Unido sugiere que las variaciones en los genes involucrados en las respuestas al estrés oxidativo podrían ser cruciales para los efectos beneficiosos de la vitamina E sobre la inflamación.