Un nuevo estudio realizado en Canadá sugiere que una suplementación a corto plazo con vitamina C podría mejorar el estado de ánimo y reducir los trastornos psicológicos de pacientes hospitalizados durante mucho tiempo con una alta prevalencia de insuficiencia de vitamina C.
En el ensayo aleatorizado controlado, se midieron el estado de ánimo y los trastornos psicológicos de 52 pacientes de la unidad médica o quirúrgica de un hospital que recibieron o bien 500 mg de vitamina C dos veces al día o 5000 UI de vitamina D al día durante una media de 8 días (1). Los resultados mostraron que al principio del estudio el 73% de los pacientes mostraba concentraciones en plasma de vitamina C insufi-cientes (por debajo de 28,4 micromol/litro) y el 29% presentaba una deficiencia (por debajo de 11,4 micro-mol/litro); el 79% de los pacientes tenía concentraciones de vitamina D en plasma por debajo de las norm-ales (por debajo de 75 nanomol/litro). Al final del estudio, la concentración total de vitamina C de todos los pacientes que recibieron vitamina C aumentó hasta alcanzar los niveles normales. Asimismo, se dio una reducción del 71% de las alteraciones del ánimo y una reducción del 51% de los trastornos psicológicos, que se midieron mediante cuestionarios. Las concentraciones de 25-hidroxivitamina D en plasma de los pacientes que recibieron vitamina D no aumentaron hasta alcanzar los niveles normales ni mostraron una mejora significativa del ánimo ni una reducción de los trastornos.
Los investigadores comentaron que estos hallazgos sobre la vitamina C respaldan los resultados de estudios previos que indicaban que esta vitamina desempeña un papel importante en el metabolismo cerebral (2). Además, se ha demostrado que la deficiencia de vitamina C, aunque no se manifieste clínicamente, produce fatiga y alteraciones del ánimo (3). No es posible sacar conclusiones con respecto a los potenciales efectos positivos de la vitamina D, puesto que la dosis y la duración de la terapia fueron insuficientes para aumentar las concentraciones de 25(OH)D hasta alcanzar niveles normales. También se sabe que la vitamina D es esencial para las funciones cerebrales (4) y que unos niveles insuficientes de esta están relacionados con la disfunción cognitiva (5) y la depresión (6). La insuficiencia de vitamina C y D es muy frecuente en pacientes hospitalizados durante mucho tiempo que sufren trastornos emocionales por diversas razones (3,7). Según los científicos, una simple corrección de la deficiencia de vitamina C y D podría significar rápidas y notables mejoras en el bienestar psicológico de los pacientes.