Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Illinois (EE. UU.) ha analizado cómo afecta el equilibrio plasmático de AGPI-CL (ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga) a la función de la memoria y a la microestructura de la materia blanca del cerebro en adultos mayores sanos (1). En los últimos años, numerosos estudios han demostrando que el AGPI omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) tiene un efecto protector sobre el envejecimiento cerebral, manteniendo la integridad estructural de las membrana de las neuronas, atenuando la inflamación y estimulando el metabolismo de la glucosa como fuente de energía (2). Estos efectos se han observado principalmente en la materia gris del cerebro, especialmente en el córtex frontal y en el hipocampo. Sin embargo, las imágenes con tensor de difusión (ITD), una técnica muy sensible de resonancia magnética (RM), permiten ahora determinar la microestructura de la materia blanca del cerebro y la fracción de anisotropía (FA) (3, 4).
El estudio de la Universidad de Illinois (1) se llevó a cabo con 94 participantes sanos, con una edad media de 69 años (SD=3), que no presentaban signos de deterioro cognitivo y habían conseguido más de 26 puntos en el Mini-Examen del Estado Mental (MMSE). El resultado más importante fue que se estableció una asociación entre unas concentraciones elevadas de AGPI-CL con unos valores más altos de FA en el fórnix cerebral (una estructura de sustancia blanca) y mejores puntuaciones en las pruebas de memoria. Por otra parte, el complejo modelo estadístico empleado en el estudio demostró que el incremento de los valores de FA en el fórnix afectaba totalmente la relación entre los niveles plasmáticos de AGPI-CL y la memoria.
Los valores de FA se caracterizan por ser una medida eficaz de la microestructura del fórnix. Unos valores de difusión bajos indican un mayor grado de mielinización y más cantidad de fibras nerviosas mielinizadas (5). La degeneración de la microestructura del fórnix se ha asociado con el deterioro cognitivo en personas mayores (6). El fórnix está formado por fibras de sustancia blanca a ambos lados de los hemisferios cerebrales que tienen su origen en el hipocampo, rico en DHA. Mientras que el DHA es muy abundante en la materia gris del cerebro, sus concentraciones son más bajas en la materia blanca, donde predominan los ácidos grasos monoenoicos (con un doble enlace) (7). Sin embargo, se ha sugerido que una de las funciones del DHA en la materia gris es la de estimular la producción de materia blanca.
Curiosamente, los autores del estudio de Illinois (1) advierten de que los AGPI-CL no son los únicos micronutrientes que protegen la integridad de la materia blanca y destacan también el efecto beneficioso de las vitaminas B1, B12, D y E en este sentido. El estudio no aclara cómo afecta el equilibrio de ácidos grasos omega-3 y omega-6 a la materia blanca del cerebro.