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El consumo de vitaminas podría afectar a la forma física de los adolescentes

Publicado

24 agosto 2012

Según un estudio realizado en España, los adolescentes con concentraciones adecuadas en sangre de betacaroteno y vitaminas A, C, D y E consiguen mejores resultados en las pruebas de forma física que los que tienen niveles bajos.

En el estudio epidemiológico se comprobaron los niveles de micronutrientes como la vitamina A (retinol), el betacaroteno, la vitamina C, la vitamina E (alfa-tocoferol), la vitamina B6, el folato, la vitamina D y el hierro en muestras de sangre de 1.089 participantes de toda Europa entre los 12 y los 17 años de edad (1). La forma física de los voluntarios se evaluó a través de una prueba de salto de longitud desde parado, con la que se evaluó la fuerza muscular de la parte inferior del cuerpo, y una carrera de 20 metros, con la que se evaluó la forma física cardiovascular a través del consumo máximo de oxígeno. Los resultados del estudio mostraron que los niveles de micronutrientes en sangre estaban estrechamente relacionados con el rendimiento de los participantes en las pruebas de forma física. En cuanto a la salud cardiorrespiratoria, las mayores concentraciones de hierro (hemoglobina) y de las vitaminas A y C en los chicos, así como de betacaroteno y de vitamina D en las chicas se relacionaron con el consumo máximo de oxígeno. En cuanto a la forma física muscular, las mayores concentraciones de betacaroteno, de vitamina A y de vitamina E en los chicos, así como de betacaroteno y de vitamina D en las chicas se relacionaron con un mejor rendimiento en el salto de longitud desde parado.

Los investigadores comentaron que las relaciones entre la forma física y el nivel de hierro o de vitaminas que se observaron en los adolescentes deberían seguirse a través de un estudio diseñado específicamente para evaluar las relaciones causales. La adolescencia es un periodo crítico para el crecimiento y el desarrollo y para la adquisición de hábitos sanos. Una nutrición apropiada durante este periodo es un requisito básico para que se exprese el potencial genético que, junto con la actividad física, influirá en la salud en la edad adulta y la vejez. Las pruebas científicas muestran que el rendimiento de los adolescentes en los tests de forma física ha empeorado en las tres últimas décadas. También se ha identificado un estado nutricional deficiente, al menos de forma marginal, de algunos nutrientes. Por otro lado, se ha probado que la forma física interactúa con el estado nutricional de los sujetos (2), lo que, al mismo tiempo, puede diferir dependiendo de los factores de sexo, edad, latitud, origen étnico, clima, estacionalidad, origen genético, adiposidad y estilo de vida.

REFERENCIAS

  1. Gracia-Marco L. et al. Iron and vitamin status biomarkers and its association with physical fitness in adolescents: the HELENA study. J Appl Physiol. 2012; 113(4):566–573.

  2. Lukaski H. C. Vitamin and mineral status: effects on physical performance. Nutrition. 2004; 20:632–644.

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