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La ingesta insuficiente de varias vitaminas parece ser algo común

Publicado

1 julio 2012

Una revisión reciente de encuestas alimentarias muestra que en poblaciones representativas de países occidentales como Alemania, Reino Unido, Holanda y Estados Unidos, hay un consumo extendido de vitaminas por debajo de las cantidades recomendadas.

En la revisión (1), se compararon los datos de consumo de vitaminas en adultos obtenidos en las últimas encuestas alimentarias a gran escala publicadas en Alemania (2), Reino Unido (3), Holanda (4) y EE. UU. (5) con las recomendaciones de ingesta de los países en cuestión. A fin de determinar la calidad de la dieta, se evaluaron los datos de ingesta sin tener en cuenta los suplementos dietéticos. El porcentaje de la población con un consumo inferior al recomendado se clasificó por debajo de 5, de 5 a 25, entre 25 y 50, entre 50 y 75 y por encima del 75% para cada vitamina. Los datos recabados se presentaron en un gráfico de semáforo, empleando colores del verde al rojo para indicar los distintos grados de suficiencia.

Los investigadores concluyeron que, pese a que existen diferencias entre los países, hay varias vitaminas cuya ingesta está por debajo de las recomendaciones en una parte importante de la población de todos ellos. La más crítica sería la vitamina D y la menos crítica la niacina. La variación entre los países se debe muy probablemente a diferencias en las recomendaciones, los niveles de fortificación y los hábitos alimen-ticios locales. A pesar de la diversidad de alimentos disponibles, una gran parte de la población presenta un desfase entre el consumo y las necesidades de vitaminas, por lo que sería necesario investigar modos de corregir esta diferencia. Los investigadores añadieron que el uso de suplementos vitamínicos ha aumentado a lo largo de las últimas décadas y, por lo tanto, su efecto debe ser considerado. Si bien los suplementos dietéticos han contribuido a disminuir el número de personas en EE. UU. que no alcanza el nivel de ingesta recomendado, todavía hay una gran número de individuos que tienen un aporte insuficiente de vitaminas A, C, D, E y K (6). El uso de suplementos en Europa no solo es menos común, sino que además existe un claro gradiente norte-sur, con un 40% y un 5% de usuarios respectivamente (7), lo cual coincide con el rango del 25–50% registrado en las tres encuestas europeas evaluadas. La reclasificación de los datos de consumo incluyendo suplementos no afectó de manera apreciable los resultados del gráfico para el Reino Unido, aunque sí mostró un ligero cambio hacia una menor prevalencia en el caso de la encuesta holandesa. Por su parte, el informe alemán no incluyó el impacto de los suplementos en la ingesta total.

Aunque los valores dietéticos de referencia varían considerablemente en los diferentes países en cuanto a terminología y valor, el concepto en el que se basan estas recomendaciones es similar: si bien en un princi-pio se definió para prevenir deficiencias manifiestas, actualmente, las ingestas dietéticas de referencia tienen por objeto definir la ingesta con la que la mayoría de los individuos de una población o grupo determinados (generalmente el 97,5%) logran mantener una salud óptima y reducir enfermedades crónicas relacionadas con la dieta. Sin embargo, la existencia de estas recomendaciones no es un indicador claro del estado nutri-cional de las poblaciones occidentales. Por un lado, existen diferentes tipos de alimentos que están disponi-bles y son accesibles para todo el mundo. Por otro, los cambios en el estilo de vida, la escasa actividad física, la vida sedentaria y el mayor consumo de comida rápida y precocinada con una baja densidad de micronutrientes, afectan la calidad de la dieta diaria de una persona y, por consiguiente, también su estado nutricional (8).

REFERENCIAS

  1. Troesch B. et al. Dietary surveys indicate vitamin intakes below recommendations are common in representative Western countries. British Journal of Nutrition. Published online June 2012.
  2. Max Rubner-Institut. Nationale Verzehrsstudie II (National Food Intake Study II). 2008; Ergebnisbericht Teil 2. Die bundesweite Befragung zur Ernährung von Jugendlichen und Erwachsenen (http://www.was-esse-ich.de/uploads/media/NVSII_Abschlussbericht_Teil_2.pdf).
  3. Henderson L. et al. The National Diet and Nutrition Survey: Adults Aged 19–64 Years. 2003; Vol. 3: Vitamin and Mineral Intake and Urinary Analyses. London, UK: The Stationery Office.
  4. van Rossum C. T. M. et al. Dutch National Food Consumption Survey 2007–2010: Diet of Children and Adults Aged 7 to 69 Years. 2011. Bilthoven: RIVM.
  5. Centers for Disease Control and Prevention & National Center for Health Statistics NHANES 2003–2004. Data, Documentation, Codebooks, SAS Code. Dietary Interview. Individual Foods, Total Nutrient Intakes First and Second Day. Hyattsville, MD: U.S. Department of Health and Human Services & Centers for Disease Control and Prevention. 2009. (http://www.cdc.gov/nchs/nhanes/nhanes2003-2004/diet03_04.htm ; http://www.cdc.gov/nchs/nhanes/nhanes2005-2006/diet05_06.htm ; http://www.cdc.gov/nchs/nhanes/nhanes2007-2008/diet07_08.htm)
  6. Fulgoni V. L. et al. Foods, fortificants, and supplements: where do Americans get their nutrients? J Nutr. 2011; 141:1847–1854.
  7. Roman Vinas B. et al. Projected prevalence of inadequate nutrient intakes in Europe. Ann Nutr Metab. 2011; 59:84–95.
  8. Ames B. N. Prevention of mutation, cancer, and other age-associated diseases by optimizing micronutrient intake. J Nucleic Acids. 2010; 1–11.

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