Un nuevo estudio británico sugiere que la reducción a largo plazo del nivel de homocisteína en la sangre mediante suplementación con vitamina B9 (ácido fólico) y vitamina B12 podría no tener efectos beneficiosos en la incidencia de enfermedades vasculares y de cáncer.
En el ensayo aleatorizado controlado (estudio SEARCH), 12.064 personas que habían padecido previamente ataques al corazón recibieron o bien 2 mg de vitamina B9 (ácido fólico) más 1 mg de vitamina B12 o bien un placebo a diario durante una media de 6,7 años (1). Los investigadores evaluaron los efectos de la reducción de la homocisteína con vitaminas B en la incidencia de eventos vasculares (muerte coronaria, un segundo ataque al corazón, derrame cerebral) y no vasculares (cáncer). Los resultados mostraron que, si bien la suplementación con vitamina B redujo la concentración de homocisteína en un 28% (3,8 micromoles/L), esto no afectó a la mortalidad ni a una mayor morbilidad. Los investigadores hallaron, por otra parte, que la suplementación con ácido fólico no incrementó el riesgo de cáncer, algo con lo que se había especulado últimamente.
Una posible explicación de la ausencia de un efecto protector derivado de la reducción del nivel de homocisteína podría ser que la homocisteína no es un biomarcador válido del riesgo cardiovascular, comentaron los científicos. Se han asociado niveles elevados de homocisteína a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero aún no se sabe si esta asociación es causal. También se ha comprobado que el nivel de homocisteína en la sangre es elevado si hay una deficiencia de vitaminas B y que la suplementación con vitamina B9, B6 y B12 puede reducir la concentración de homocisteína.
Los resultados de un meta-análisis previo de estudios prospectivos habían mostrado que niveles reducidos de homocisteína estaban asociados a un riesgo un 11% inferior de enfermedad coronaria y un 19% inferior de derrame cerebral (2). Además, un análisis por subgrupos del estudio HOPE-2 también estableció que la suplementación con vitamina B (2,5 mg de ácido fólico, 50 mg de B6 y 1 mg de B12 durante 5 años) tenía un efecto protector contra los derrames cerebrales (3).
Dado que todas las 12.000 personas habían sufrido previamente un ataque al corazón –comentaron los expertos–, el estudio SEARCH definitivamente no responde a la cuestión de si la ingesta de vitaminas B a largo plazo, y en combinación con otros hábitos saludables, podría prevenir las enfermedades cardiovasculares.