Según varios estudios recientes realizados en Suecia, un consumo y unos niveles séricos bajos de vitamina E parecen estar asociados a una tasa más elevada de fracturas en personas de edad avanzada.
En dos estudios de cohortes se midieron el consumo y los niveles sanguíneos de vitamina E (alfa-tocoferol) de 61 433 mujeres y 1138 hombres y se documentaron los casos de fracturas durante un periodo de 19 añ- os (1). Los resultados mostraron que las mujeres y los hombres cuyo consumo o niveles sanguíneos de vitamina E eran más bajos presentaban un riesgo significativamente mayor de sufrir fracturas de cadera y otros tipos de fracturas.
Los investigadores señalaron que una reducción en la formación de radicales libres y estrés oxidativo contribuiría a disminuir la tasas de pérdida de masa ósea y de desgaste muscular. Gracias a su potente actividad antioxidante, la vitamina E podría tener un efecto beneficioso en la masa ósea y muscular (2, 3). Sin embargo, existen pocos estudios sobre el efecto del alfa-tocoferol en humanos. Las fracturas osteo- poróticas constituyen un problema importante muy frecuente en todo el mundo que afecta por igual a hombres y mujeres y que tiene una gran repercusión en la calidad de vida y la mortalidad. El riesgo de fracturas guarda relación con la constitución genética y los factores ambientales. Asimismo, el estilo de vida, por ejemplo la dieta y la actividad física, va adquiriendo mayor importancia a medida que aumenta la edad.