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La suplementación con ácidos grasos omega-3 podría no mejorar la depresión postparto

Publicado

20 octubre 2010

El uso de cápsulas de aceite de pescado conteniendo ácidodocosahexaenoico podría no reducir la depresión posparto en las madres ni mejorar el desarrollo cognitivo o lingüístico de los niños pequeños, según sugiere un nuevo estudio australiano.

En el ensayo aleatorizado controlado llevado a cabo con 2399 embarazadas, se les administró de forma aleatoria cápsulas de aceite de pescado ricas en ácido docosahexaenoico (DHA) (proporcionando 800 mg/día de DHA y 100 mg/día de ácido eicosapentaenoico, EPA) o cápsulas de aceite vegetal sin DHA (placebo) desde antes de la semana 21 de embarazo hasta el parto (1). Los niveles de síntomas depresivos de las mujeres se midieron a las seis semanas y a los 6 meses después del alumbramiento. Asimismo se evaluó el desarrollo cognitivo y lingüístico de sus hijos a los 18 meses. Los resultados mostraron que el uso de cápsulas de aceite de pescado ricas en DHA durante el embarazo, en comparación con las cápsulas vegetales, no disminuyó los niveles de depresión postparto en las madres ni tampoco mejoró el desarrollo cognitivo y lingüístico de sus hijos durante la primera infancia.

Referencias:Los expertos han criticado que el ensayo no midiera previamente el estado de DHA de las madres al comienzo del embarazo o cuando se les diagnosticó depresión, ni tampoco el de los bebés a los 18 meses. Si estas mediciones de los niveles de DHA, resulta muy difícil sacar conclusiones definitivas del estudio que puedan servir para asesorar a los consumidores. Básicamente, el nivel de DHA de las mujeres y los niños tendría que ser suficiente durante todo el embarazo para sacar provecho de sus muchos beneficios.

Referencias:En una nota editorial, los investigadores comentaron que los suplementos de aceite de pescado han demostrado reducir los riesgos de parto prematuro, el cual se asocia con unos pobres resultados cognitivos y depresión materna (2). Además, se ha probado que estos suplementos son seguros y se toleran bien. Para demostrar si el consumo de pescado durante el embarazo otorga beneficios similares o incluso mayores a las madres y a sus hijos, sería necesaria una mayor investigación que incluya ensayos aleatorizados a gran escala. Por el momento, las mujeres embarazadas deberían procurar obtener la ingesta recomendada de 200 mg/día de DHA, bien incluyendo en sus dietas pescado bajo en mercurio y rico en DHA o bien tomando un suplemento diario de ácidos grasos omega-3 (3).

Referencias:Los estudios han demostrado que el estado de los ácidos grasos omega-3 es crucial durante el embarazo. El ácido docosahexaenoico (DHA) es un componente estructural necesario del cerebro y la retina, y su absorción en estos tejidos alcanza su punto máximo durante la segunda mitad de la gestación y la infancia. En el caso de los bebés que nacen prematuramente o cuyas madres consumen poco pescado, resulta preocupante el hecho de que no puedan recibir suficiente DHA durante los meses críticos de desarrollo del cerebro.

REFERENCIAS

  1. Referencias:1. Makrides M. et al. Effect of DHA supplementation during pregnancy on maternal depression and neurodevelopment of young children. JAMA. 2010; 304(15):1675–1683.
  2. Oken E. and Belfort M. B. Fish, Fish Oil, and Pregnancy. JAMA. 2010; 304(15):1717–1718.
  3. Koletzko B. et al. Dietary fat intakes for pregnant and lactating women. Br J Nutr. 2007; 98(5): 873–877.

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