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Un estudio demuestra que una dieta de nutrientes antiinflamatorios está asociada con un menor riesgo de depresión en mujeres australianas de mediana edad
20 septiembre 2016
5 abril 2018
Según un nuevo estudio realizado en el Reino Unido, optimizar los niveles de riboflavina mediante la suplementación podría ayudar a los pacientes con riesgo genético de desarrollar hipertensión a controlar la presión sanguínea alta.
En 2004, se examinó a 181 pacientes con enfermedad cardiovascular portadores de una variante genética de la enzima dependiente de la riboflavina (MTHFR) en un estudio observacional (1). Los resultados del estudio mostraron que los participantes con dos copias de los genes de la enzima modificada tenían un riesgo considerablemente más alto de tener la presión sanguínea alta. Además, al proporcionarles a los pacientes 1,6 mg de riboflavina durante 16 semanas se consiguió que su presión sanguínea descendiera notablemente. Cuatro años después, 83 de los pacientes fueron examinados de nuevo, puesto que el tratamiento antihipertensivo administrado simultáneamente había cambiado (2). Los resultados mostraron que, a pesar de los grandes cambios en la medicación de la hipertensión, la presión sanguínea sistólica permanecía alta en los pacientes con la variación genética en el momento del seguimiento. La suplemen-tación con riboflavina (1,6 mg durante 16 semanas) produjo un descenso significativo en la presión sanguínea sistólica y diastólica.
Los investigadores concluyeron que la optimización de los niveles de rivoblafina en los pacientes con un alto riesgo de hipertensión debido a la variante genética MTHFR podría ser una estrategia de bajo coste para controlar la presión sanguínea alta. Estos hallazgos, si se confirmaran en la población en general, podrían tener importantes implicaciones para la prevención de la hipertensión.
La riboflavina es necesaria como cofactor para la enzima metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR), que participa en la transformación de la homocisteína en metionina. Una variación genética común (polimor-fismo) da lugar a una actividad enzimática reducida y un 20% más de homocisteína en plasma (3), lo cual se ha relacionado con la presión sanguínea alta (4) y un mayor riesgo de apoplejía (5). Se ha calculado que este polimorfismo afecta al 10% de las personas en todo el mundo, afectando a un 4-18% en EE. UU., al 20% de la población de China del Norte y a un 32% en México (6). Sin embargo, la suplementación con riboflavina parece estabilizar la enzima MTHFR (7).
20 septiembre 2016
28 octubre 2010
Dietary intake of the omega-3 fatty acids may be associated with a decreased prevalence of periodontitis of up to 20 percent, a new US study suggests.
1 noviembre 2015
Un nuevo estudio ha demostrado que las personas con síndrome metabólico tienen más dificultades para procesar la vitamina E que la población normal. Dado que estas personas tienen un alto grado de grasa visceral, cualquier reducción en los niveles de este potente antioxidante liposoluble resulta preocupante y lleva a pensar que las recomendaciones dietéticas de vitamina E para este grupo deberían corregirse al alza. El síndrome metabólico es muy común en el mundo occidental y está estrechamente asociado con el desarrollo de aterosclerosis y diabetes tipo 2.