Un nuevo estudio realizado en Francia sugiere que el aumento del consumo de vitamina D podría disminuir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
En el estudio observacional se evaluó a través de cuestionarios de frecuencia alimentaria el consumo en dieta de vitamina D de 498 mujeres con una edad media de 79,8 años que no tomaban suplementos de vitamina D (1). Los resultados del estudio mostraron que tras 7 años las mujeres con un menor consumo de vitamina D (50 mcg a la semana) al principio del estudio tenían un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer en comparación con las mujeres que hacían un mayor consumo (59 mcg a la semana). Los mayores consumos medios de vitamina D se relacionaron con una reducción del riesgo de Alzheimer de hasta un 77% en com-paración con los consumos más bajos.
Los investigadores concluyeron que el bajo consumo de alimentos ricos en vitamina D podría preceder al ini-cio de la enfermedad de Alzheimer. La vitamina D se ha relacionado con la protección del cerebro (hipocam-po) en roedores al influir en la producción y depuración de la proteína beta-amiloide. La construcción de placas por parte de los depósitos de beta-amiloide se relaciona con un aumento en el daño y la muerte celular en el cerebro por estrés oxidativo, lo que se relaciona con una pérdida de la función cognitiva y un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. Los científicos apuntaron que los potenciales efectos beneficiosos de la vitamina D en el cerebro también podrían estar relacionados con los ácidos grasos omega-3, presentes en muchos alimentos ricos en vitamina D, como el pescado.
Según un nuevo estudio realizado en Dinamarca, los hombres con altos niveles de vitamina D en sangre tienen una mayor motilidad de los espermatozoides en comparación con aquellos que sufren deficiencia de vitamina D.
El estudio analizó la correlación entre la motilidad de los espermatozoides y los niveles de vitamina D en suero de 300 hombres sanos (1). Los resultados mostraron que los hombres con altos niveles de vitamina D (de hasta 75 nmol/l) tenían una motilidad considerablemente más elevada que los hombres con deficiencia de vitamina D (con niveles por debajo de los 25 nmol/l).
Los investigadores señalaron que estos hallazgos no son suficientes para determinar si los suplementos con vitamina D podrían mejorar la calidad de los espermatozoides de hombres con o sin problemas de infertilidad. Este estudio es uno más de las investigaciones que prueban que la vitamina D es necesaria para la reproducción masculina. Sin embargo, se necesitan más estudios para identificar factores relevantes, así como ensayos aleatorizados con placebo que aclaren si los suplementos con vitamina D son beneficiosos para los hombres estériles.
Varios estudios han mostrado que hay una relación positiva entre tratamientos con antioxidantes, zinc, diferentes vitaminas y la calidad del esperma. Sin embargo, no se conoce hasta la fecha ningún tratamiento médico que halla demostrado mejorar la calidad del semen en ensayos aleatorizados controlados.