Los complementos de multivitaminas y calcio podrían ayudar a proteger a las mujeres contra el cáncer de mama, según sugiere una investigación.
En el estudio intervinieron 268 mujeres puertorriqueñas con cáncer de mama y 457 mujeres sin esta enfermedad que habían tomado comprimidos multivitamínicos durante los últimos cinco años (1). Las mujeres rellenaron cuestionarios detallados en los que se les pedía información acerca de los complementos que tomaban, la frecuencia y su consumo actual. Los investigadores también tomaron muestras de sangre para medir la capacidad de reparación del ADN, un proceso biológico complejo que es crítico para prevenir el cáncer.
Los resultados demostraron que la ingesta de complementos multivitamínicos redujo el riesgo de padecer cáncer de mama un 31%, mientras que en el caso los complementos de calcio la reducción fue del 40%.
Pero cuando se tuvo en cuenta la capacidad de regeneración del ADN, el calcio dejó tener un efecto protector contra el cáncer de mama, lo que sugiere que los complementos de calcio actúan favoreciendo la reparación del ADN, según comentaron los autores. Por otro lado, las multivitaminas sí conservaron su efecto protector incluso después de considerar la reparación del ADN, lo que apunta a una relación con otros beneficios frente al cáncer.
La ingesta de complementos de vitaminas A, E o C por separado se asoció a un ligero ligeramente menor de cáncer de mama, aunque estos hallazgos podrían ser casuales. Esto sugiere que las vitaminas podrían funcionar mejor juntas que de forma individual a la hora de reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad.
El estudio demostró además que las mujeres que tenían más edad, menor capacidad de reparación del ADN, antecedentes familiares de cáncer de mama y que no habían lactado tenían un mayor riesgo de cáncer de mama.
Otros estudios han revelado resultados contradictorios. En algunos casos se ha sugerido que los complementos de vitaminas solas, entre ellas la vitamina A y E, no protegen contra el cáncer de mama. Otros señalan que las vitaminas tienen un efecto protector. En opinión de los investigadores, esta disparidad podría deberse a factores como la dosis y el momento de la ingesta. Así, un consumo de dosis altas con mayor edad podría tener efectos muy diferentes que si se toman las cantidades recomendadas a una edad más temprana.