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Los ácidos grasos esenciales podrían beneficiar a los pacientes con síndrome del ojo seco

Publicado

14 agosto 2013

Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos sugiere que una mayor ingesta de ácido eicosapentaenoico (EPA), ácido decosahexanoico (DHA) y antioxidantes podría mejorar los síntomas de irritación ocular y detener el avance de la inflamación que caracteriza los casos entre moderados y graves de síndrome del ojo seco.

Durante el ensayo clínico controlado aleatorizado, que tuvo una duración de seis meses, 38 mujeres pos-menopáusicas con disfunción lagrimal en ambos ojos recibieron un suplemento diario con una mezcla de EPA, DHA, ácido gamma-linolénico (GLA), vitaminas ACE y B6 y magnesio, o bien placebo (1). Uno, tres y seis meses después del inicio, se determinaron la gravedad de los síntomas de la enfermedad (por ejemplo, el índice de enfermedad de la superficie ocular o la medición del flujo lagrimal) y las concentraciones de biomarcadores de inflamación. Los resultados del estudio demostraron que el grupo al cual se administraba el suplemento, en comparación con el que recibía placebo, había logrado mejorar los síntomas de la irri-tación ocular, eliminar la inflamación de la superficie ocular y mantener la regularidad de la superficie de la cornea.

Los investigadores indicaron que los hallazgos del estudio aportan pruebas convincentes a la hora de apoyar el uso de un suplemento oral de ácidos grasos esenciales para hacer disminuir la inflamación, que es lo que causa el dolor en el síndrome del ojo seco. Se cree que los ácidos grasos y otros cofactores de micronutri-entes del suplemento ayudan a reducir la inflamación, una de las causas subyacentes del síndrome del ojo seco, y a mantener las tres capas de la película lagrimal. El síndrome del ojo seco puede variar de una pequeña molestia a una enfermedad debilitante en la cual el paciente presenta constantemente sensibilidad a la luz con sensación de quemazón. Según los resultados de un ensayo clínico anterior, aumentar la ingesta de ácidos grasos omega 3, luteína y zeaxantina podría beneficiar a los pacientes con degeneración macular asociada a la edad (2).

REFERENCIAS

  1. Sheppard, J. D. Jr. et al. Long-term supplementation with n-6 and n-3 PUFAs improves moderate-to-severe keratoconjunctivitis sicca: a randomized double-blind clinical trial. Cornea. Published online July 2013.
  2. Arnold C. et al. Macular xanthophylls and omega-3 long-chain polyunsaturated fatty acids in age-related macular degeneration: a randomized trial. JAMA Ophthalmol. 2013; 131(5):564-572.

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