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Los ácidos grasos omega-3 podrían ser eficaces contra la depresión

Publicado

18 febrero 2011

Según un nuevo estudio realizado en Irán, la suplementación diara con ácidos grasos omega-3 podría aliviar los síntomas de la depresión media y moderada en pacientes ancianos.

En el ensayo aleatorizado controlado, 66 participantes (de alrededor de 65 años de edad) con depresión media y moderada recibieron durante seis meses, bien un sumplemento de omega-3 (un gramo de aceite de pescado al día que les proporcionaba 300 mg de ácido eicosapentaenoico o EPA, por sus siglas en inglés, y de ácido docosahexaenoico o DHA, por sus siglas en inglés), o bien placebo (1). Los resultados mostraron que la suplementación produjo mejoras significativas en las estadísticas de depresión cuando se compararon con las del grupo de placebo. Los investigadores observaron que los ácidos grasos omega-3 en pequeñas dosis mostraron cierta eficacia en el tratamiento de la depresión media y moderada en los ancianos. Sin embargo, se requieren más estudios para determinar cuál es la mejor dosis y la duración apropiada del tratamiento. También deberá analizarse en futuros estudios cuáles son los efectos de una terapia que combine ácidos grasos omega-3 y antidepresivos en los pacientes de avanzada edad.

Los estudios sobre los ácidos grasos omega-3 y el estado de ánimo hasta la fecha son bastante contradictorios, lo que demuestra que el vínculo entre estos es complejo. Sin embargo, cada vez hay más estudios que sugieren que tiene efectos positivos. Los estudios han demostrado que el consumo regular y a largo plazo de aceite de hígado de bacalao, rico en ácidos grasos omega-3, podría ser eficaz para prevenir la depresión. Además, en otro de los estudios realizados, la frecuencia de la depresión se vio reducida un 50% cuando los pacientes tomaron de forma diaria un gramo de suplementos de ácido eicosapentaenoico (EPA).

Se cree que el ácido eicosapentaenoico (EPA) funciona aumentando el riego sanguíneo del cuerpo. También se cree que afecta a las hormonas y al sistema inmunológico, y se sabe que estos tienen un efecto directo en la función cerebral. Por otro lado, el ácido docosahexaenoico (DHA) forma parte de la membrana del canal iónico del cerebro y facilita los cambios y el tránsito eléctrico de las señales.

REFERENCIAS

  1. Tajalizadekhoob Y. et al. The effect of low-dose omega 3 fatty acids on the treatment of mild to moderate depression in the elderly: a double-blind, randomized, placebo-controlled study. European Archives of Psychiatry & Clinical Neuroscience. 2011.

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