Una nueva revisión confirma que la luteína y la zeaxantina benefician a la vista.
El estudio muestra que los carotenoides luteína y zeaxantina, pigmentos que se encuentran principalmente en las verduras de hoja verde y las frutas, pueden ayudar a mitigar los efectos perjudiciales del deslumbramiento, mejorar la capacidad visual y servir de escudo frente a la luz azul nociva (1).
Los investigadores analizaron estudios científicos que muestran cómo el pigmento macular (PM), un pigmento amarillo presente en la parte central de la retina formado por luteína y zeaxantina, ayuda a aplacar los efectos dañinos de las luces deslumbrantes en la función visual. Otros estudios clínicos muestran que esta mejoría de la capacidad visual está en proporción con el aumento de los niveles de PM obtenidos a través de la suplementación de luteína y zeaxantina.
Se cree que el pigmento macular mejora la reacción al deslumbramiento mediante la absorción de la luz (azul) de onda corta dispersada hacia delante. Existen datos preliminares que sugieren que además aumenta el alcance visual absorbiendo la luz de onda corta dispersada en la atmósfera. Los efectos perjudiciales del deslumbramiento en la función visual, incluyendo molestias oculares y un menor contraste, son problemas comunes para millones de personas.
Además, hay una gran cantidad de evidencia que sugiere que la luteína y la zeaxantina protegen la retina y el cristalino y previenen enfermedades oculares asociadas a la edad como la degeneración macular y las cataratas, según han señalado los investigadores. No obstante, la capacidad de la luteína y la zeaxantina de filtrar la luz depende de diferencias personales en la ingesta dietética de estos carotenoides.