Una mayor ingesta de un ácido graso omega-3, el ácido docosahexaenoico, podría mejorar las funciones cognitivas en personas de mediana edad, según un nuevo estudio.
El estudio midió el nivel sérico de ácido graso omega-3 y las funciones cognitivas en 280 voluntarios de entre 35 y 54 años de edad (1). Los resultados mostraron que un nivel más elevado de ácido docosahexaenoico (DHA), pero no de ácido alfa-linolénico (ALA) y ácido eicosapentaenoico (EPA), está relacionado con un mejor rendimiento en pruebas de razonamiento no verbal y de flexibilidad mental, memoria a corto plazo y vocabulario.
En opinión de los investigadores, estos resultados indican que el DHA está relacionado con la salud del cerebro en el transcurso de la vida y que puede tener consecuencias en los ensayos clínicos de trastornos neuropsiquiátricos. Sin embargo, los hallazgos de este estudio observacional no demuestran una asociación causal entre los ácidos grasos omega-3 y el rendimiento cognitivo. Por otra parte, se han autorizado ensayos aleatorizados controlados con muestras sanas y clínicas.
Las pruebas existentes relacionan el mayor consumo alimentario de pescado y ácidos grasos omega-3 con un mejor desarrollo cerebral en las primeras etapas y un menor riesgo de trastornos cognitivos más adelante. Numerosos estudios documentan los beneficios potenciales del ácido omega-3 para la estimulación cerebral, pero los mecanismos de estas asociaciones todavía no están claros.