OPINIÓN EXPERTA
Las mujeres deben recibir un aporte adecuado de yodo durante el embarazo y la lactancia
15 enero 2012
Dipl. en Nutrición y Dietética Silke Röhl y Prof. Dr. med. Beate A. Schücking, Universidad de Osnabrück, Alemania
22 octubre 2014
Según un nuevo estudio australiano, concentraciones bajas en sangre de vitamina B1, B2, B12 y folato parecen jugar un papel en el desarrollo de las células grasas y la obesidad infantil.
El estudio analizó los datos de La Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey, NHANES) de Estados Unidos con el fin de investigar una posible asociación entre concentraciones séricas de vitamina B12 y folato y grasa corporal en 1131 niños mexicano-estadounidenses de entre 8 y 15 años (1). Los datos mostraron que los participantes con mayores concentraciones en sangre de vitamina B12 y folato, así como aquellos que hacían un consumo mayor de tiamina, riboflavina y folato, tenían un riesgo considerablemente menor de volverse obesos.
Los investigadores comentaron que los hallazgos sobre el consumo sugieren que algunas vitaminas B podrían jugar un papel en el desarrollo de las células grasas (adipogénesis) debido a sus importantes funciones en la homeostasis de energía, la termorregulación y el metabolismo bioenergético. Las vitaminas B son necesarias generalmente para el metabolismo de grasas y carbohidratos y para la mejora del metabolismo de lípidos y lipoproteínas.
Las deficiencias de vitaminas B pueden afectar al metabolismo energético, aumentando la producción de oxidantes reactivos y las respuestas inflamatorias, así como favoreciendo la producción de ácido graso (lipogenesis), lo que aumentaría la adiposidad (2). Un número de estudios anteriores ya informaban de una asociación entre la adiposidad y las concentraciones séricas de vitamina B, así como del consumo de vitaminas B en niños (3, 4). Los científicos concluyeron que los nuevos resultados, si se llegan a confirmar, podrían tener implicaciones importantes en el desarrollo de intervenciones que reduzcan más eficazmente la obesidad infantil y adolescente en poblaciones como la de los niños mexicano-estadounidenses, que podrían correr un riesgo mayor de obesidad.
15 enero 2012
Dipl. en Nutrición y Dietética Silke Röhl y Prof. Dr. med. Beate A. Schücking, Universidad de Osnabrück, Alemania
29 septiembre 2014
Una nueva revisión confirma que la ingesta de ácidos grasos del tipo omega-3 en cantidades adecuadas durante el embarazo, la lactancia y la infancia favorece el buen estado de salud de la madre y del niño.
13 febrero 2012
Un reciente estudio realizado en EE. UU. sugiere que el consumo de vitamina D en cantidades suficientes podría proteger contra el ACV y el deterioro cognitivo.