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Las mujeres aún no consumen suficiente folato
18 enero 2012
Una de cada dos mujeres en edad fértil no toma suplementos con folato como recomiendan los doctores, poniendo así la salud de sus bebés en riesgo.
9 marzo 2015
Según una nueva revisión llevada a cabo en China, el consumo materno de suplementos de ácido fólico parece reducir el riesgo de cardiopatías congénitas en los hijos.
El meta-análisis incluyó 18 estudios en los que se había investigado una posible relación entre el aumento de la ingesta de ácido fólico durante el embarazo y el riesgo de que los bebés desarrollaran cardiopatías congénitas (CC) (1). El análisis de los datos reveló que la administración de suplementos de ácido fólico a la madres estaba asociada con un riesgo significativamente menor de CC.
Los investigadores señalaron que unas concentraciones bajas de ácido fólico en sangre y/o unos niveles elevados de homocisteína parecen afectar al desarrollo del corazón. Es probable que el ácido fólico desempeñe un papel importante en la migración de las células de la cresta neural que contribuyen a la formación del corazón. Dado que no se sabe a ciencia cierta cuáles son los efectos concretos de los suplementos de ácido fólico en la morfogénesis cardiaca, es importante corroborar esta hipótesis con estudios clínicos y poblacionales. Aunque el posible papel del ácido fólico en la prevención de defectos del tubo neural ya se conoce desde 1980, las campañas de salud pública sólo han conseguido que un tercio de las mujeres embarazadas tomen suplementos antes de la concepción, en parte porque la mitad de todos los embarazos no son planificados (2).
18 enero 2012
Una de cada dos mujeres en edad fértil no toma suplementos con folato como recomiendan los doctores, poniendo así la salud de sus bebés en riesgo.
1 febrero 2014
Según una reciente revisión, el consumo elevado de betacaroteno, licopeno, luteína y zeaxantina parece contribuir en la prevención del cáncer de esófago.
Según un nuevo análisis realizado en Francia, los altos niveles de vitamina D en sangre están asociados a una reducción del riesgo de padecer cáncer colorrectal.