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Un mayor consumo de vitamina E podría reducir el riesgo de infarto de miocardio

Publicado

20 febrero 2015

Un nuevo estudio italiano indica que la complementación con vitamina E sola puede reducir el riesgo de infarto de miocardio en un 20 %.

El metaanálisis incluyó datos de 16 ensayos clínicos aleatorizados que investigaron si el consumo de vitamina E sola o en combinación con otros antioxidantes afecta al riesgo de infarto (1). El análisis mostró que una mayor ingesta de vitamina E, en dosis de entre 400 y 800 UI al día, redujo el infarto de miocardio (en su mayoría mortal) en un 20 %. No se observó ningún efecto de la vitamina E combinada con otros antioxidantes.

Los científicos comentaron que, basándose en estos resultados positivos, es preciso investigar en ensayos de intervención el posible beneficio clínico de la complementación con vitamina E para la prevención primaria o secundaria de la aterosclerosis. En este contexto, para definir la dosis óptima que afecta en cada caso, deben realizarse estudios que evalúen el efecto de la vitamina E en los marcadores de coagulación y activación plaquetaria o estrés oxidativo en pacientes que presenten riesgo de sufrir o sufran episodios cardiovasculares. Según los investigadores, el hecho de que la vitamina E, conocido antioxidante, redujera las secuelas clínicas de la aterosclerosis podría indicar que la teoría del estrés oxidativo sigue siendo válida y que su modulación debe ser un objetivo importante para lograr reducir esta enfermedad en el futuro. El efecto antioxidante puede no ser el único mecanismo que explique la propiedad antiaterosclerótica, ya que la vitamina E genera otras actividades antiinflamatorias, como la inhibición de la proliferación de las células musculares, la adhesión de monocitos al endotelio y la liberación de citoquinas inflamatorias, que son independientes de la inhibición del estrés oxidativo.

Los estudios del metaanálisis que no mostraron claros beneficios cardiovasculares fueron los realizados con personas tratadas con medicamentos para la diabetes o tras una cirugía cardiovascular. Algunos ensayos clínicos recientes indican que la complementación con vitamina E ayuda a mantener la función cerebral en personas con deterioro cognitivo leve (2), parece mejorar la función pulmonar en adultos de edad avanzada (3) y puede ayudar a mantener la función hepática normal en personas obesas y con sobrepeso (4).

REFERENCIAS

  1. Loffredo L. et al. Supplementation with vitamin e alone is associated with reduced myocardial infarction: a meta-analysis. Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases. Published online February 2015.
  2. Dysken M. W. et al. Effect of Vitamin E and Memantine on Functional Decline in Alzheimer Disease: The TEAM-AD VA Cooperative Randomized Trial. JAMA. 2014; 311(1):33–44.
  3. Hanson C. et al. Serum tocopherol levels and vitamin E intake are associated with lung function in the Normative Aging Study. Clin Nutr. Published online February 2015.
  4. Lomonaco R. et al. Nonalcoholic fatty liver disease: current issues and novel treatment approaches. Drugs. 2013; 73(1):1–14.

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