Según un nuevo estudio realizado en España, una dieta rica en vitamina K podría mejorar las propiedades de los huesos en hombres y mujeres mayores.
El estudio observacional empleó un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos para estimar la ingesta de vitamina K de 200 hombres y mujeres con una edad media de 67 años (1). A lo largo de dos años se llevaron a cabo varias mediciones de la salud de los huesos, en las que se incluyeron pruebas de densidad mineral ósea (DMO). De acuerdo con un análisis, la ingesta media de vitamina K fue de
334 microgramos al día para los hombres y de 300 microgramos al día para las mujeres. Los resultados del estudio revelaron que un consumo elevado de vitamina K en la dieta estaba significativamente relacionado con unas mejores propiedades de los huesos, como una menor pérdida de densidad mineral ósea y un incremento más pequeño de la porosidad y elasticidad atribuidas al envejecimiento.
Según los investigadores, estos resultados ayudan a explicar el efecto protector de la ingesta de vitamina K frente a las fracturas osteoporóticas ya descrito anteriormente. La causalidad podría estar asociada a la osteocalcina, una proteína dependiente de la vitamina K esencial para que el cuerpo pueda aprovechar el calcio en el tejido óseo. Si el aporte de vitamina K es insuficiente, la osteocalcina permanece inactiva.
Teniendo en cuenta que los participantes en el estudio llevaban una dieta sana, los investigadores concluyeron el aumento de la ingesta de vitamina K podría resultar aún más beneficioso en poblaciones con un consumo bajo de vitaminas o una alimentación deficiente. Hallazgos recientes apuntan a que, a pesar de los efectos positivos, la deficiencia de vitamina K puede ser más común de lo que se pensaba anteriormente (2).