Según un nuevo estudio realizado en EE. UU., los residentes de una comunidad urbana sin tienda de comestibles con frutas y verduras frescas tienen índices mucho más altos de diabetes e hipertensión.
Los estudios examinaron el posible impacto en la salud de la ausencia de una tienda de comestibles con comida saludable a un precio asequible en el barrio de una comunidad de bajos ingresos de EE. UU. (1). La comunidad tenía 11 tiendas cercanas de las cuales solo una vendía fruta y verdura fresca (relativamente cara). La tienda de comestibles más cercana con estos productos se encontraba a 30-45 minutos. Los residentes de la comunidad presentaban índices mucho más altos de diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas y apoplejía, un índice más alto de hospitalización y visitas más frecuentes a urgencias en com- paración con otros residentes del condado. Los residentes destacaron la necesidad de una tienda de comestibles y de una educación nutricional sobre alimentos sanos, en especial para los hombres, pues tienden a comprar menos alimentos sanos que las mujeres.
Los investigadores comentaron que vivir en un “desierto alimenticio” sin acceso a alimentos frescos, sanos y ricos en vitaminas contribuye a una dieta pobre y puede dar lugar a un mayor índice de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta. El gobierno de EE. UU. define un “desierto alimenticio” como una sección censal en la que hay una notable parte de residentes que vive en áreas de bajos ingresos con un acceso limitado a tiendas de comestibles o a minoristas con alimentos sanos y asequibles. Según un informe para el Congreso del Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de EE. UU., cerca de 2,3 millones de personas (el 2,2% de los hogares de EE. UU.) viven a más de 1,5 km de distancia de un super- mercado y no tienen coche (2). También se han identificado desiertos de comida en muchas áreas europeas, tanto urbanas como rurales (3).