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Un nuevo estudio demuestra que un nivel elevado de nicotinamida (vitamina B3) en la madre lleva asociado un nivel bajo de eczema atópico en el bebé a los 12 meses de edad
28 noviembre 2016
4 febrero 2013
De acuerdo con un nuevo estudio estadounidense, la ingesta regular de licopeno puede reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares y coronarias.
El estudio analizó el consumo de licopeno y la incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV), enfermedad coronaria (EC) e ictus en participantes del estudio epidemiológico Framingham Offspring (1). A lo largo de diez años se tomaron medidas repetidas de consumo. Los resultados mostraron que la ingesta media más alta de licopeno estaba asociada con una reducción del 17% en la incidencia de ECV y de un 26% en la incidencia de EC. Sin embargo, no se observó ninguna relación entre el consumo de licopeno y la incidencia de ictus. La ingesta media de licopeno fue de 7,9 miligramos al día.
Según los investigadores, los resultados de este nuevo estudio se suman a los de numerosos estudios anteriores que confirman la relación entre el licopeno y el riesgo de ECV. Dado que el tomate y los productos derivados son las principales fuentes dietéticas de licopeno que se utilizan en los estudios observacionales, resulta difícil desligar la posible contribución del licopeno a la salud cardiovascular de
la de otros productos a base de tomate y sus componentes fitoquímicos.
El Framingham Heart Study (FHS) se inició en 1948 como un estudio prospectivo de las enfermedades car-diovasculares con una cohorte de 5.209 hombres y mujeres adultos, y se continuó en 1971 con los hijos de esta primera cohorte. Con este segundo estudio, llamado Framingham Offspring Study (FOS), se pretendió ampliar los conocimientos sobre la enfermedad cardiovascular, especialmente en lo que se refiere a la pre-disposición genética y los factores de riesgo (2).
28 noviembre 2016
26 enero 2009
Un nuevo estudio confirma la reducción de la ingesta de sodio y potasio.
1 junio 2015
La esperanza de vida en la mayoría de los países del norte de Europa es el doble que la de hace dos siglos. Si el envejecimiento se considera una enfermedad, sin duda es la más extendida de todas. Según Mathers: “El desafío radica en propiciar un envejecimiento saludable y reducir las cargas económicas y sociales asociadas con una mala salud crónica en la edad adulta”.