Para evaluar el efecto de los suplementos de vitaminas antioxidantes en adultos sometidos a ejercicios de resistencia y en adultos entrenados, se analizaron los resultados de 12 estudios publicados en los últimos años. En general, los resultados sobre la suplementación con antioxidantes como la vitamina C, la vitamina A, la vitamina E, el betacaroteno y sus combinaciones durante el ejercicio de alta intensidad son contro- vertidos. Según dos de los estudios evaluados (1, 2), el grupo con placebo presentó un rendimiento físico, una resistencia a la fatiga y una protección antioxidante significativamente mejores frente a los grupos con suplementos. Los científicos sugirieron que el ejercicio pudo aumentar por sí mismo la capacidad oxidativa del músculo esquelético y potenciar la acción de los antioxidantes endógenos, lo cual basta para contrar- restar los efectos negativos del estrés oxidativo inducido por los estímulos mecánicos. Además, la ingesta periódica de altas dosis de antioxidantes puede perjudicar el rendimiento físico. En cambio, otros dos estudios que evaluaron los efectos de la suplementación con vitaminas y minerales en la actividad muscular de los atletas observaron que los suplementos alimenticios proporcionaban una ligera ventaja sobre el grupo de placebo en la máxima contracción muscular voluntaria tras el ejercicio de alta intensidad (3, 4). Por lo tanto, los investigadores consideraron la suplementación con antioxidantes como una ayuda externa que puede mejorar el rendimiento. En cuanto a los demás estudios, no se hallaron diferencias entre los grupos. Se observó que varios estudios no habían realizado un control alimentario de los participantes (1) o que habían efectuado un control inadecuado (3) para evaluar la posible interferencia de la dieta en el resultado. El control de la dieta es bastante importante, ya que algunas vitaminas y minerales pueden competir por la absorción en el tracto gastrointestinal. Por lo tanto, la ausencia o insuficiencia de un control alimentario puede considerase un error sistemático de los estudios publicados. Solo en un estudio se controló la alimen- tación a través de registros alimenticios (5). Sin embargo, los autores no identificaron las diferencias de parámetros fisiológicos entre los participantes que seguían una dieta normal y los que ingerían suplementos.
La disparidad entre los resultados de todos los estudios descritos también puede atribuirse básicamente a la diferencia de metodologías, dosis de vitaminas, duración del estudio, tamaño de la muestra, sexo, edad y características de los participantes (atletas y no atletas). Estas desigualdades hacen difícil hallar conclusiones sobre las ventajas y desventajas de la suplementación con vitaminas antioxidantes para lograr mejores resultados en el ejercicio. Una alternativa para atenuar el estrés oxidativo que provoca el ejercicio podría estar en una dieta equilibrada a base de alimentos con la cantidad recomendada de antioxidantes para mejorar el rendimiento físico».
Basado en: Draeger C. L. et al. Controversies of antioxidant vitamins supplementation in exercise: ergogenic or ergolytic effects in humans? J Int Soc Sports Nutr. 2014; 11(1):4.