Los expertos piden que se investigue el tratamiento del hígado graso no alcohólico, la forma más común de enfermedad hepática crónica en los niños.
En una nueva revisión, un grupo internacional de científicos evaluó los factores de riesgo, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), la forma más frecuente de enfermedad hepática crónica en los niños con síndrome metabólico (1). Según las últimas investigaciones, hay varios factores que pueden contribuir al desarrollo de EHGNA, entre los que se incluye la raza/etnia, los factores genéticos y las exposiciones ambientales. El diagnóstico de la enfermedad, que en estado avanzado puede progresar a fibrosis hepática y cirrosis, es difícil y a veces requiere de una biopsia hepática, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de unos marcadores fiables y no invasivos que determinen el grado de severidad de la enfermedad. La base del tratamiento de la EHGNA sigue siendo introducir cambios en el estilo de vida y la pérdida de peso. Los estudios indican que los ácidos grasos omega-3 ayudan a mitigar la progresión de la enfermedad (2) y que la vitamina E se puede considerar como tratamiento específico para la enfermedad hepática grasa no alcohólica en niños (3).
Los investigadores señalaron que la EHGNA se está convirtiendo en un motivo de preocupación entre los pediatras y se está empezando a observar en niños más pequeños debido al aumento de la epidemia de obesidad. Dada la relación existente entre los hábitos de vida y la EHGNA y teniendo en cuenta el papel del estrés oxidativo en la patología de la EHGNA, los investigadores han estudiado el uso de suplementos de vitamina E para paliar este problema. En los adultos, los suplementos de vitamina E han demostrado mejorar los resultados en pacientes con enfermedad hepática avanzada (4). Sin embargo, los datos de los niños han arrojado resultados variados, si bien existe la posibilidad de que se demuestren beneficios con más investigación (3). En vista de que más de un tercio de los niños estadounidenses están clasificados como obesos o con sobrepeso, está aumentando la concienciación sobre las consecuencias de la epidemia de obesidad infantil. La EHGNA es precisamente una de estas consecuencias. En ella, la grasa se acumula en el hígado provocando inflamación y alteraciones de la función hepática, lo que puede dar lugar a una insuficiencia hepática.