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La vitamina D podría ayudar a prevenir las enfermedades de los nervios
De acuerdo con los nuevos datos científicos, la vitamina D podría desempeñar un papel importante en la prevención de enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
25 julio 2011
Según un primer estudio poblacional realizado en Australia sobre el vínculo entre el consumo de antioxidantes y la pérdida de audición, el alto consumo en dieta de vitamina A y vitamina E está relacionado con la reducción del riesgo de padecer pérdida de audición relacionada con la edad.
El estudio longitudinal y transversal de cinco años “Blue Mountains Hearing Study” tomó los datos de 2.956 sujetos de más de 50 años a los que se examinó desde septiembre de 1997 hasta abril de 2002 para evaluar el vínculo entre la toma diaria en dieta o mediante suplementos de antioxidantes y dos parámetros: la prevalencia y la incidencia a lo largo de 5 años de la pérdida de audición tanto en hombres como en mujeres (1). Los autores midieron y determinaron la pérdida de audición relacionada con la edad según el promedio de tonos puros en las frecuencias 0,5, 1,0, 2,0 y 4,0 kHz > 25 dB HL. Asimismo, recogieron datos sobre la dieta en un cuestionario semicuantitativo sobre frecuencia alimentaria y calcularon el consumo de antioxidantes: de los caroteniodes alfa-caroteno, beta-caroteno, beta-criptoxantina, luteína, zeaxantina y licopeno, así como de las vitaminas A, C y E y los minerales hierro y zinc. La investigación se basó en el hecho de que las especies reactivas de oxígeno pueden dañar la parte del oído interno relacionada con la audición y en la hipótesis de que “la incorporación a la dieta de antioxidantes podría contribuir a que los sujetos en fase de envejecimiento conserven sus células auditivas (…) y por lo tanto, podría reducir la pérdida de audición relacionada con la edad”. Las deficiencias auditivas son el déficit sensorial más extendido a nivel mundial. Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, más de 270 millones de personas se ven afectadas por dicho déficit en todo el mundo. La pérdida de audición relacionada con la edad (presbiacusia) es el desorden del oído interno o del nervio auditivo más frecuente. Alrededor del 30-35% de los adultos entre los 65 y los 75 años sufren pérdidas de audición y en la mitad de los adultos por encima de los 85 años se trata de pérdidas importantes.
Según los hallazgos del estudio, el consumo de antioxidantes en dieta no está relacionado con la incidencia de la pérdida de audición a lo largo de los 5 años. Pero el alto consumo de vitamina E se relacionó con un 14% menos de posibilidades de sufrir pérdida de audición prevalente. Por otro lado, los participantes que formaban parte del quintil con mayor consumo de vitamina A en dieta experimentaron una reducción del 47% del riesgo de sufrir pérdida moderada o grave de audición (>40 dB HL) en comparación con el quintil de consumo más bajo. Sin embargo, los autores no pudieron probar que el consumo combinado de antioxidantes reduzca la prevalencia de la pérdida de audición. Los investigadores señalaron como limitaciones del estudio el hecho de que hubiera “un número relativamente pequeño de casos de pérdida de audición” y que “la duración del seguimiento es demasiado corta y el cohorte relativamente mayor”. Señalaron que se necesitan futuros estudios con un mayor número de participantes y un seguimiento más largo, así como ensayos aleatorizados controlados de calidad y de larga duración “para determinar si los beneficios para el oído se deben al tratamiento con antioxidantes”.
De acuerdo con los nuevos datos científicos, la vitamina D podría desempeñar un papel importante en la prevención de enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
31 marzo 2014
Según un nuevo estudio realizado en EE. UU., las altas concentraciones de vitamina D en sangre parecen relacionarse con un menor riesgo de mortalidad en pacientes con cáncer de mama.
13 agosto 2014
Una nueva revisión concluye que la suplementación con vitaminas antioxidantes C y E tiene un pequeño efecto protector contra el endurecimiento arterial, especialmente en gente con concentraciones bajas en sangre de estas vitaminas.