Una nueva revisión china concluye que los ácidos grasos poliinsaturados podrían ser una terapia efectiva para pacientes del síndrome de ojo seco.
El meta-análisis incluyó 9 ensayos controlados aleatorizados, con un total de 716 participantes, que investigaron los efectos de los suplementos con ácidos grasos poliinsaturados (ácidos grasos omega-3 y omega-6) sobre los síntomas del síndrome de ojo seco (1). El análisis mostró que una suplementación de entre 1 a 6 meses mejoró los síntomas en la superficie ocular y alivió los síntomas de ardor y secrección lacrimal refleja. Además, la suplementación redujo las respuestas inflamatorias en la superficie ocular. No se halló un efecto benéfico significativo en referencia al volumen de lágrimas o la estabilidad de la superficie ocular. El aumento potencialmente importante en la eficacia terapéutica se produjo con la administración combinada de ácidos grasos omega-3 (ácido eicosapentanoico y ácido docosahexanoico) y omega-6 (ácido gamma-linolénico).
Los investigadores manejaron la hipótesis de que la suplementación con ácido graso poliinsaturado podría ser terapeuticamente eficaz contra el síndrome de ojo seco mejorando los síntomas y reduciendo la inflamación. Además de la suplementación oral, la administración tópica (en forma de gotas) también mostró efectos beneficiosos. Se necesitan ensayos clínicos adicionales bien diseñados y a gran escala para aportar una mayor base de evidencia. El síndrome de ojo seco es una de las enfermedades oculares más comunes. Se trata de un trastorno multifactorial cuyos factores de riesgo incluyen la edad, enfermedades autoinmunes, la menopausia y el uso de medicamentos. La prevalencia mundial oscila entre 7,8 y 22 %, dependiendo de los criterios de diagnóstico. El síndrome contribuye a la molestia ocular, las dificultades visuales y el daño potencial en la superficie ocular, que afectan considerablemente la calidad de vida.