Las mujeres embarazadas que consumen muchas frutas y verduras de color rojo y naranja pueden tener menos probabilidades de dar a luz prematuramente, según sugiere un nuevo estudio.
En este estudio realizado entre más de 5.300 mujeres, la mitad de las futuras madres con los niveles más altos de ciertos carotenoides en sangre, incluyendo betacaroteno y licopeno, tenían entre un 30 y un 50% menos de probabilidades de dar a luz prematuramente que aquéllas con niveles más bajos (1).
Los investigadores afirmaron que los resultados no probaban una relación de causa-efecto. Puede que existan otros factores en las mujeres con altos niveles de carotenoides que expliquen la asociación con un menor riesgo de parto pretérmino. Si es cierto que los carotenoides ayudan realmente a prevenir los nacimientos prematuros, las razones no están claras. Los científicos especulan que podría estar relacionado con la protección frente a los efectos dañinos de toxinas medioambientales, como la contaminación del aire o la exposición a bacterias u otros agentes infecciosos. No obstante, los hallazgos coinciden con la recomendación de llevar una alimentación equilibrada durante el embarazo.
A diferencia del caso con los carotenoides, unos niveles altos en la sangre de otro antioxidante, la vitamina E, se asociaron a un mayor riesgo de parto pretérmino. De manera similar, las mujeres con los mayores niveles de ciertas grasas alimentarias, como las no saturadas, mostraron un riesgo algo mayor de parto prematuro. Los ácidos grasos omega-3, presentes en gran medida en el pescado, no se relacionaron con el parto pretérmino. Las razones para establecer estas conexiones tampoco están claras, y los hallazgos podrían deberse al azar, señalan los investigadores. En su opinión, los resultados son demasiado preliminares como para hacer cualquier tipo de recomendaciones.