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Los suplementos de vitamina D en dosis altas cambian la naturaleza de la flora del tracto digestivo superior y reduce los niveles de algunas bacterias patógenas importantes
4 junio 2016
16 julio 2014
Según un nuevo estudio realizado en Estados Unidos, unos niveles bajos de luteína y zeaxantina en el sistema nervioso central parecen estar asociados con una menor capacidad cognitiva, especialmente en pacientes con deterioro cognitivo leve.
El estudio observacional midió las concentraciones de luteína y zeaxantina en la retina (densidad óptica del pigmento macular), que están correlacionadas con los niveles de carotenoides en el cerebro, y la función cognitiva de 24 pacientes con deterioro cognitivo leve y 24 participantes sanos de entre 65 y 83 años (1). Los resultados del estudio revelaron que los pacientes con los niveles de luteína y zeaxantina más bajos presentaban el deterioro cognitivo más significativo (con reducción de la capacidad lingüística y la atención), mientras que los participantes sanos mostraron menos funciones afectadas (habilidades visuales-espaciales y constructivas).
De acuerdo con los investigadores, es posible que los niveles de luteína y zeaxantina puedan estar más relacionados con la cognición si se ha diagnosticado la aparición de deterioro cognitivo. Por consiguiente, el aumento del consumo de carotenoides debería formar parte de una intervención en el estilo de vida para mejorar la función neural central y reducir la probabilidad de progresión por las distintas etapas de la de- mencia. Esta conclusión, no obstante, necesita ser verificada mediante un ensayo aleatorizado controlado.
Cada vez existen más datos empíricos que sugieren una relación directa entre la luteína y la zeaxantina y muchos de los síntomas mostrados por los pacientes con deterioro cognitivo leve (2). La evidencia indica que estos pigmentos también tratan muchos aspectos de la patología subyacente, como la inflamación, el estrés oxidativo y el daño vascular, favoreciendo su papel en la función cognitiva y pudiendo retrasar la enferme- dad degenerativa del cerebro (3).
4 junio 2016
28 agosto 2018
El Dr. Gregory Ward, afincado en Londres y especialista en cirugía, ginecología y obstetricia, además de Director del Programa de Formación Especializada de Postgrado en Obstetricia y Ginecología de Londres, habla sobre la importancia del omega-3 DHA y el omega-6 ARA 6 para la salud infantil.
29 abril 2015
En 2013, un estudio de Brasky et al. sugirió que la ingesta de ácidos grasos omega-3 de origen marino podía estar relacionada con el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Un nuevo y exhaustivo metaanálisis llevado a cabo por Alexander et al., en el que se incluyeron autoinformes de consumo de alimentos y estudios de biomarcadores, no constata una asociación entre el consumo de ácidos grasos omega-3 de origen marino y el cáncer de próstata.