OPINIÓN EXPERTA
La teoría de la selección
Dr. Bruce N. Ames, Centro de nutrición y metabolismo, Instituto de Investigación del Hospital infantil de Oakland, Oakland (CA), EE. UU.
9 agosto 2013
Según informa una nueva publicación china, el alto nivel en sangre de micronutrientes antioxidantes como la vitamina E, la luteína y la zeaxantina parece vincularse a una reducción del riesgo de desarrollar catarata senil.
El metaanálisis comprendió 13 estudios observacionales sobre la relación potencial que existe entre un alto nivel de micronutrientes antioxidantes en sangre y la incidencia de catarata senil sobre un total de 18.999 participantes (1). El análisis demostró que las concentraciones elevadas de vitamina E, luteína y zeaxantina en sangre se vinculan a una reducción del riesgo de catarata de hasta un 30%. Los niveles altos de vitami-na A y C se vincularon a una reducción del riesgo de catarata en la población asiática pero no en la occi-dental (del 31% al 33%).
Los investigadores señalan que teóricamente es razonable deducir que los antioxidantes pueden ejercer cierto papel protector contra la catarata. Tanto los experimentos in vitro como los realizados con animales demuestran que el estrés oxidativo interviene en el desarrollo de la catarata, y los antioxidantes pueden limitar los daños del cristalino tras una lesión oxidativa. Así pues, el incremento del nivel de antioxidantes en sangre puede resultar beneficioso para prevenir la catarata senil, sobre todo en personas con niveles redu-cidos de antioxidantes en sangre.
La catarata senil es la principal causa de ceguera en el mundo. Hasta la fecha se han llevado a cabo muchos estudios observacionales para estudiar el papel del consumo alimentario o suplementario de antioxidantes en la prevención de la catarata senil, con resultados contradictorios. El número de ensayos aleatorizados controlados (EAC) sobre el tema es reducido y muchos de los estudios llevados a cabo hasta ahora estudian el efecto de muy pocas clases de antioxidantes y durante un periodo relativamente corto en comparación con el largo proceso de desarrollo de la catarata. Según los científicos, antes de establecer posibles pautas de tratamiento es preciso contrastar los resultados de EAC más prolongados en distintas poblaciones.
Dr. Bruce N. Ames, Centro de nutrición y metabolismo, Instituto de Investigación del Hospital infantil de Oakland, Oakland (CA), EE. UU.
5 abril 2018
The human body needs micronutrients for several vital functions. Insufficient amounts in the body can increase the risk of multiple diseases. Micronutrient requirements vary from person to person and are dependant on age, sex, activity and performance levels, as well as physical and mental health condition. For a long time, insufficiency has been thought to be only a matter of inappropriate intake. Recent research has shown, however, that variable levels of micronutrients across populations seem also to strongly depend on the individual’s genetic profile: differences in DNA sequences, so-called ‘genetic polymorphisms’, among individuals can result in varying metabolic capabilities to utilize (absorb, transport, transform) vitamins etc. after intake. Thus, levels of micronutrients in blood and tissues might be limited by specific genetic variants, potentially increasing the risk of insufficiency and related diseases.
31 diciembre 2008
S.A. Miller, catedrático y decano, Graduate School of Biomedical Sciences, University of Texas Health Science Center de San Antonio, EE. UU. “Es sorprendente lo difícil que ha sido elaborar información ampliamente aceptable referente a la alimentación y la enfermedad crónica. A pesar de los estudios epidemiológicos y en animales que respaldan muchas de estas relaciones, los estudios clínicos centrados en humanos han sido a menudo negativos o, en el mejor de los casos, ambiguos, sin que exista una explicación válida.