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Un consumo adecuado de vitamina D podría mejorar la fuerza muscular
12 septiembre 2014
Según una nueva revisión de Reino Unido, la suplementación con vitamina D puede aumentar la fuerza en las extremidades superiores e inferiores.
10 enero 2013
De acuerdo con un estudio reciente, una mayor ingesta de vitamina B2 y B6 está asociada con una reducción del 20% del riesgo de cáncer colorrectal.
En el estudio observacional se investigó la posible relación entre la ingesta de vitaminas B y los casos de cáncer colorrectal (CCR) en 88.045 mujeres estadounidenses postmenopáusicas durante 16 años (1). Los resultados mostraron que las participantes que consumieron las dosis medias más altas de vitamina B2 (más de 3,97 miligramos de riboflavina al día) tenían un riesgo un 20% menor de padecer cáncer colorrectal que las mujeres con la ingesta media más baja (menos de 1,8 mg). Además, las mujeres con una mayor ingesta media de vitamina B6 (más de 3,88 mg al día) presentaron un 20% menos de riesgo de cáncer colorrectal en comparación con las que tomaron las dosis más bajas (menos de 1,52 mg). Esta asociación se manifestó especialmente entre las mujeres que bebían alcohol con poca frecuencia (menos de 13 g de alcohol a la semana). Si bien la ingesta total de folato en la dieta y en forma de suplementos no se asoció con el riesgo de CCR en general, los resultados indicaron que las mujeres que estuvieron expuestas al periodo inicial del programa de fortificación obligatoria con ácido fólico (introducido en Estados Unidos en 1998) durante un tiempo de entre tres y nueve años posiblemente tuvieran un aumento transitorio en el riesgo de CCR.
Los investigadores concluyeron que un aumento del consumo de vitamina B2 y B6 podría favorecer la salud colorrectal, dado que una deficiencia de estas vitaminas puede dar lugar a la acumulación de homocisteína, la cual se ha asociado con un alto riesgo de cáncer colorrectal. Según los científicos, el aumento transitorio del riesgo de CCR podría deberse a que en la fase inicial del programa de fortificación con ácido fólico el contenido total de folato de varios alimentos fortificados superó la cantidad especificada por las reglamenta-ciones federales (2). Poco después de que comenzara el programa de fortificación, durante los años 2000-2003, se informó de que se había reducido el contenido medio de folato, por ejemplo, en los productos a base de cereales (3). Un estudio observacional anterior realizado con 525.488 hombres y mujeres (recluta-dos en un marco de tiempo y rango de edad similares) indicó que el aumento de la ingesta de ácido fólico total en la dieta y en forma de suplementos podría ayudar a disminuir el riesgo de CCR (4).
Los investigadores añadieron que el hecho de que una mayor ingesta de vitaminas B esté asociada con una menor incidencia de CCR, especialmente en los bebedores de alcohol, sería plausible debido a que el alcohol dificulta la absorción y el metabolismo del ácido fólico. Por lo tanto, los bebedores necesitan mayores canti-dades de ácido fólico, y la reducción del riesgo de CCR se observa con más frecuencia entre las personas que tiene un consumo elevado de folato. No obstante, un consumo de alcohol de moderado a alto podría anular completamente esta asociación beneficiosa del ácido fólico con un menor riesgo de CCR.
12 septiembre 2014
Según una nueva revisión de Reino Unido, la suplementación con vitamina D puede aumentar la fuerza en las extremidades superiores e inferiores.
1 septiembre 2010
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Tufts University, EE. UU.
19 junio 2019
Considerando los niveles bien documentados de DHA y ARA presentes en la leche materna y la recomendación de la OMS de mantener la lactancia durante dos años o más, los bebés no alimentados con leche materna deberían recibir preparados para lactantes y preparados de continuación que incluyan DHA y ARA en concentraciones similares a las de la leche materna.