Según un reciente estudio realizado en Finlandia, los hombres con una ingesta elevada del antioxidante licopeno presente en los tomates podrían tener un menor riesgo de sufrir un ictus.
El estudio observacional midió las concentraciones en sangre de licopeno, betacaroteno y vitaminas A y E en 1.031 hombres de edades comprendidas entre los 46 y los 65 años y documentó los casos de ictus durante doce años (1). Los resultados mostraron que, después de tener en cuenta factores importantes como el tabaquismo, la hipertensión arterial y la diabetes, los participantes con los niveles más altos de licopeno tenían un 55% menos de riesgo de padecer un ictus que aquellos con los niveles más bajos. El resto de nutrientes no se asoció al riesgo de ictus de los participantes.
De acuerdo con los investigadores, el licopeno podría tener un efecto directo sobre el riesgo de ictus, ya que es un potente antioxidante que ayuda al organismo a proteger las células del daño oxidativo como factor desencadenante de enfermedades. Los estudios realizados en laboratorio también sugieren que el licopeno ayuda a combatir la inflamación y la formación de coágulos.
El licopeno es un carotenoide que confiere un color rojizo a alimentos como el tomate, los pimientos rojos, la sandía y la papaya. Para la mayoría de las personas, los tomates y sus productos derivados constituyen la fuente más importante de licopeno en la dieta. Los científicos señalaron que, dado que el estudio carece de cierta información crítica −como los hábitos alimenticios de los hombres en general−, no es una prueba de que los tomates y el ketchup puedan reducir el riesgo de ictus.