Un reciente estudio llevado a cabo en EE. UU. especula que el uso frecuente de vitamina C y vitamina E después de un diagnóstico de cáncer de mama podría estar asociado con una menor probabilidad de recurrencia, mientras que el uso frecuente de una combinación de carotenoides podría estar asociado con una mayor mortalidad. Los expertos advierten en contra de sacar conclusiones precipitadamente.
En el estudio observacional se examinaron las posibles relaciones entre el uso de antioxidantes durante los dos años posteriores al diagnóstico de un cáncer de mama en estadio inicial y la mortalidad por cáncer de mama, así como su recurrencia, en 2.264 mujeres (1). Según los resultados, el 81% de las mujeres dijo haber utilizado uno o más suplementos conteniendo antioxidantes después del diagnóstico. Entre aquellas que tomaron antioxidantes, el consumo de vitamina C y vitamina E parece estar asociado con un menor riesgo de recurrencia del cáncer de mama. Por otro lado, el uso de vitamina E se asoció con un descenso de fallecimiento por cualquier causa. Por el contrario, el uso frecuente de carotenoides combinados, como el betacaroteno y el licopeno, podría estar asociado con un mayor riesgo de muerte por cáncer de mama y de mortalidad por todas las causas.
Los científicos concluyeron que las mujeres que consumían con frecuencia suplementos de vitamina C y vitamina E tras un diagnóstico de cáncer de mama podrían estar expuestas a un menor riesgo de recurrencia y mortalidad en comparación con aquéllas que no tomaban ningún suplemento. Aunque no está claro el mecanismo por el cual los suplementos de carotenoides podrían aumentar la mortalidad, los resultados sugieren que la suplementación de carotenoides en el periodo posterior al diagnóstico y durante el tratamiento de un cáncer de mama plantea motivos de preocupación.
Los expertos criticaron que el estudio observacional no demostró una relación causal entre los antioxidantes y la recurrencia o mortalidad por cáncer de mama. Por lo tanto, tal como los autores del estudio admitieron con reservas, los hallazgos deberían considerarse como generadores de hipótesis. Además, el estudio tampoco ofrece información sobre las dosis específicas, las formulaciones y la duración del consumo de cada uno de los antioxidantes en los suplementos utilizados. Asimismo, los expertos recordaron que no debe considerarse a los suplementos dietéticos medicamentos. Los antioxidantes pueden ser una ayuda en la prevención de enfermedades, pero no se deben contemplar como tratamiento para enfermedades complejas como el cáncer. Por otra parte, los resultados del estudio no son aplicables a mujeres sanas que utilizan antioxidantes.