Una alimentación rica en ácidos grasos omega-3, vitamina C, vitamina E y vitamina B9 (folato) es el único patrón que se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, según una revisión.
De acuerdo con los resultados, se observaron modestas relaciones que apoyan una causalidad entre el consumo de ácidos grasos omega-3, folato, cereales, alcohol, frutas, fibra, vitaminas E y C alimentarias y betacaroteno y un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (1).
Esta revisión, que recoge datos de 146 estudios prospectivos de cohortes y 43 ensayos aleatorizados controlados publicados entre 1950 y 2007, apoya el patrón dietético mediterráneo rico en cereales, vino, frutas, frutos secos, legumbres, fibras, pescado y aceite de oliva, y bajo en productos lácteos, carne, comida rápida y grasas. Este modelo alimentario se ha asociado a una vida más larga, menos enfermedades del corazón y protección frente a algunos tipos de cáncer.
Aunque los investigadores de componentes alimentarios pueden ayudar a arrojar luz sobre los mecanismos que hay tras los beneficios de los patrones dietéticos, es poco probable que un cambio en la ingesta de varios nutrientes influya sustancialmente en los resultados coronarios, según los autores. Se muestran a favor de investigar patrones dietéticos en estudios de cohortes y ensayos aleatorizados controlados para enfermedades crónicas comunes y complejas como la enfermedad coronaria.