Según un nuevo estudio realizado en EE. UU., añadir luteína más zeaxantina y ácidos grasos omega-3 a un suplemento con un efecto protector contra la progresión hacia la degeneración macular asociada a la edad avanzada (DMAE) podría no reducir de forma significativa este riesgo en pacientes con DMAE. Sin embargo, la luteína y la zeaxantina desempeñan un papel importante en la disminución adicional del riesgo de progresión de la DMAE en pacientes con bajo consumo de carotenoides.
El ensayo aleatorizado controlado incluyó a 4.203 participantes de edades comprendidas entre los 50 y los 85 años con degeneración macular asociada a la edad (DMAE) con riesgo de que progresara a DMAE avan-zada (1). Además de la fórmula AREDS original (2) – un consumo diario de una alta dosis de vitamina C (500 mg), vitamina E (400 unidades internacionales), betacaroteno (15 mg), zinc (80 mg de óxido de zinc) y cobre (2 mg de óxido de cobre) – se pidió a los participantes que tomaran diariamente luteína (10 mg) más zeaxantina (2 mg), ácido docosahexaenoico (350 mg DHA) más ácido eicosapentaenoico (650 mg EPA), ambos, o placebo durante una media de 5 años. Los resultados del estudio mostraron que la fórmula AREDS2 no presentaba una reducción adicional del riesgo de los participantes de progresar a DMAE avanzada (en comparación con el efecto de reducción de riesgo de enfermedad observado en la fórmula AREDS anterior). Sin embargo, se observó un riesgo un 26% menor de progresión a DMAE (1) avanzada y un 32% de reducción del riesgo de tener que someterse a una operación de cataratas (3) en los partici-pantes con el menor consumo en dieta de luteína más zeaxantina. También se observó un mayor riesgo de cáncer de pulmón en el grupo de ex-fumadores que recibían una alta dosis de betacaroteno en comparación con el grupo que recibió multivitaminas sin betacaroteno (2% frente al 1%).
Los investigadores comentaron que en el estudio participó una población bien nutrida y que los micronutri-entes de la suplementación adicional podrían ser beneficiosos para los pacientes con DMAE que no están tan bien nutridos. Por ejemplo, en EE. UU., el consumo diario de luteína y zeaxantina se encuentra normalmente por debajo de 1 mg al día. Los científicos apuntaron que, puesto que el número de casos de cáncer de pul-món era pequeño y los análisis del riesgo de mortalidad en el grupo del betacaroteno en ex-fumadores y el resto de grupos no mostraron cambios relevantes en las tasas, puede que los resultados no se puedan generalizar. En 2012, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) llegó a la conclusión de que la exposición al betacaroteno por su uso como aditivo alimentario y como suplemento en niveles por debajo de los 15 mg/día no origina preocupación sobre los efectos nocivos para la salud de la población en general, incluyendo los grandes fumadores (4).
El Estudio de Enfermedades Oculares Relacionadas con la Edad (AREDS) demostró que la suplementación oral diaria con vitaminas antioxidantes y minerales reduce el riesgo de desarrollar DMAE avanzada como prevención secundaria en un 25% a los 5 años (2) y en un 34% a los 10 años (5). Además, los estudios observacionales sugerían que un mayor consumo en dieta de luteína más zeaxantina, ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga omega-3 (DHA y EPA) o ambos se relaciona con un menor riesgo de desarrollar DMAE avanzada (6, 7). La luteína y la zeaxantina son los principales componentes del pigmento macular. El DHA es un importante componente estructural de la retina y el EPA podría desempeñar un papel como pre-cursor de las moléculas de señalización con una posible influencia en la función de la retina..