Solo un déficit de vitamina D durante el embarazo puede afectar sistémicamente de forma negativa en la calidad de la formación de los dientes del feto. Por lo demás, una alimentación deficitaria de la futura madre no afecta a la formación de los dientes del feto, puesto que la necesidad de minerales de los gérmenes dentales es escasa comparativamente (1). Estudios demuestran que –al contrario que los huesos– los dientes que se formaron teniendo los fetos una cantidad deficiente de calcio y fosfato, muestran una composición mineral normal. Por otra parte, en caso de una deficiencia en la infancia y en la edad adulta ya no se puede movilizar calcio y fosfato de los dientes (2).
Vitamina D Los dientes solo pueden anclar con seguridad en una mandíbula sana y estable, y solo un periodonto sano e intacto puede garantizar este anclaje seguro. Un buen abastecimiento de vitamina D es indispensable para mantener sano todo el aparato de soporte y motriz, inclusive las mandíbulas y las encías. Un suministro insuficiente de vitamina D puede contribuir, al alterar el equilibrio de los minerales (p. ej., absorción de calcio), tanto en la pérdida y debilitación de la sustancia ósea ( osteoporosis, osteopenia) como en el desarrollo de enfermedades infecciosas crónicas. Estudios actuales han investigado las relaciones entre la densidad de los huesos maxilares (huesos alveolares), la osteoporosis y la pérdida de dientes, y han mostrado que la salud del periodonto depende de una concentración de vitamina D en la sangre suficientemente elevada (3-5). Además, el estatus de la vitamina D parace ser también decisivo para el éxito curativo tras operaciones por modificaciones infecciosas de las encías (periodontitis). Los pacientes con periodontosis crónicas pueden beneficiarse al parecer de la ingesta de vitamina D adicional en combinación con calcio (7). En general, no obstante, se recomienda un abastecimiento adecuado de vitamina D para prevenir enfermedades en los huesos maxilares y el pariodonto.
Aparte de las cualidades básicas de la vitamina D para reforzar el sistema inmunitario y evitar infecciones, la respuesta inmunitaria del tejido de las encías frente a gérmenes infecciosos para estar relacionado también con determinadas variantes genéticas (polimorfismos) de los receptores de vitamina D (VDR). Los investigadores han descubierto que las personas con un tipo específico de poliformismo VDR eran las que padecían en primera línea periodontitis crónica y agresiva (8). Se cree que la vitamina D puede inducir la síntesis de un péptido antimicrobiano a través de la unión con VDR.
Especialmente la embarazadas sufren a menudo sangrado de las encías o incluso infecciones en las encías y periodonto. Los estudios indican que, además de una meticulosa higiene bucal y el control por parte de un dentista, un abastecimiento adecuado de vitamina D podría ayudar a prevenirlo (9). Al parecer, un estatus óptimo de vitamina D es beneficioso no solo para las embarazadas, sino también para la salud dental de sus futuros hijos: Los resultados de los estudios parecen indicar que los niños de entre 9 y 23 meses cuyas madres tienen un buen nivel de vitamina D en la sangre presentan claramente menos caries (10, 11).
Antioxidantes Las vitaminas E y C antioxidantes, así como los carotenoides (p. ej., betacaroteno), neutralizan el estrés oxidativo en todas las células y tejidos del organismo. Además, parecen reforzar la respuesta inmunitaria de las encías y, sobre todo, proteger las mucosas bucales contra gérmenes invasores. Los estudios establecieron una relación entre un nivel bajo de antioxidantes en sérum y una aparición más frecuente de periodontitis (12, 13). Un nivel insuficiente de vitamina C parece favorecer el riesgo de enfermedades de las encías y el periodonto. Y un buen abastecimiento de vitamina C, a su vez, podría prevenir estas enfermedades (14, 15). La consecuencia típica de una carencia grave de vitamina C es el escorbuto. En los casos menos graves pueden sangrar las encías (gingivitis) ya retraídas.
Vitaminas B Si se da una carencia de vitamina B12 y de folato, una síntesis de ADN defectuosa, puede provocar una modificación de las células de las mucosas que se dividen rápidamente (epiteliales). Lo típico, dada una carencia de vitamina B, es que la lengua esté roja, inflamada y escueza, además de una modificación del sentido del gusto, así como labios y comisuras cortados.