Igualmente se han investigado los efectos de combinaciones de nutrientes antioxidantes sobre la inflama-ción en diferentes grupos de población. Un estudio observacional mostró que la práctica regular de ejercicio puede disminuir las concentraciones en sangre de marcadores inflamatorios (7). Los participantes que tomaron suplementos con betacaroteno, vitamina C y/o vitamina E mostraron una reducción de los niveles de proteína C reactiva similar a la de aquellos que afirmaron practicar mucho ejercicio (180 minutos o más a la semana) y no tomaron suplementos. Como se ha puesto de manifiesto en estudios anteriores, un mayor índice de masa corporal está relacionado con un aumento de los niveles de varios marcadores de inflamación como la proteína C reactiva, la interleucina 6 y el TNF-alfa. Un estudio llevado a cabo en pacientes con antecedentes de adenoma colorrectal esporádico mostró que la combinación de alfa-tocoferol (800 mg), betacaroteno (24 mg), vitamina C (1000 mg), vitamina B2 (7,2 mg), vitamina B3 (80 mg), zinc (60 mg), selenometionina (0,2 mg) y manganeso (5 mg), consumidos diariamente durante cuatro meses, tuvo un efecto beneficioso en los marcadores de inflamación y el estrés oxidativo (8). El asma es otra de las enfermedades inflamatorias en las que la nutrición puede tener un efecto favorable. En un estudio se asignó de forma aleatoria a niños con asma a recibir un placebo o un suplemento de nutrientes que contenía ácidos grasos omega-3, vitamina C y zinc, apreciándose una mejora significativa en las pruebas de función pulmonar y los marcadores inflamatorios (9). Un ensayo clínico de adultos sanos mostró que el consumo de cápsulas de concentrado de zumo de frutas y verduras en polvo durante 60 días influyó positivamente en los marcadores de inflamación (10). Los investigadores hallaron que el consumo de zumo de tomate conteniendo 21 mg de licopeno durante dos semanas dio lugar a una reducción considerable de la proteína C-reactiva (11).
Un estudio de los suplementos de zinc en adultos mayores sanos mostró que una dosis de 45 mg de zinc al día durante seis meses disminuyó la concentración sérica de proteína C-reactiva y de otros varios biomar-cadores inflamatorios (12). En un estudio realizado con niños obesos prepúberes se descubrió que la suplementación con 20 mg de zinc durante ocho semanas se asoció con una disminución importante de los marcadores de resistencia a la insulina, el estrés oxidativo y la inflamación (13).