Algunos estudios han señalado el beneficio de las vitaminas antioxidantes C y E para mejorar la función endotelial general en participantes sanos (2) y grupos de alto riesgo (3, 4). Además, las investigaciones indican que estas vitaminas podrían prevenir un mal funcionamiento del endotelio ocasionado por un nivel elevado de homocisteína en sangre (5). Un estudio reciente ha proporcionado evidencia de que la función endotelial vascular podría depender del estado de la vitamina D: unos niveles bajos de esta vitamina se asociaron con inflamaciones del endotelio vascular (6). Por otro lado, se ha demostrado que los suplementos dietéticos de vitamina D pueden mejorar la función endotelial vascular (7).
El flujo sanguíneo también se regula mediante el óxido de nitrógeno (NO), el cual da lugar a una dilatación de los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial. En el pene, el NO relaja los vasos permitiendo que la sangre llene los cuerpos cavernosos durante la excitación sexual. Los estudios han mostrado que los ácidos grasos omega-3 pueden estimular la liberación de NO en el endotelio. Igualmente, los antioxidantes aumentan la producción de NO y retrasan su degradación. Existen así mismo evidencias de que el ácido fólico, la vitamina C, la vitamina E y el calcio favorecen los procesos bioquímicos que facilitan la liberación del NO. Por lo tanto, hay ciertos suplementos dietéticos que podrían influir favorablemente en la función eréctil (8).
Otra característica importante de la salud reproductiva es la fertilidad del hombre. En este sentido, la calidad y la motilidad de los espermatozoides son cruciales. Los espermatozoides contienen gran cantidad de mitocondrias que, por una parte, les proporcionan energía y, por otra, pueden causar estrés oxidativo en las células. Es fundamental proteger a los espermatozoides contra el estrés oxidativo: se cree que entre el 30 y el 80% de los problemas de fertilidad en los hombres se deben a los efectos perjudiciales del estrés oxidativo relacionados con el estilo de vida (9, 10). Aumentar la protección antioxidante del organismo por medio de suplementos alimenticios con los micronutrientes apropiados puede mejorar las características del semen de los hombres afectados (11, 12). Esta protección ha demostrado ser particularmente eficaz en el caso de la vitamina E (13) y la coenzima Q10 (14, 15). La primera también protege a los espermatozoides contra posibles daños en el ADN al descongelar el semen congelado (16). Los suplementos con coenzimaQ10 y licopeno se han asociado con una mejor calidad del semen (17). Asimismo hay evidencia de que una mayor ingesta de selenio, un oligoelemento antioxidante que protege del daño oxidativo las proteínas de las membranas de los espermatozoides, podría aumentar la cantidad y calidad del esperma (18). Un aporte adecuado de zinc y ácido fólico, los cuales intervienen en la espermatogénesis, también parece ser importante (19). Los investigadores han hallado una relación entre el aumento del daño en el ADN y una baja concentración de ácido fólico en el líquido seminal (20). Por otra parte, una variación (poliformismo) genética de la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR), cuya función en el metabolismo del ácido fólico es crucial, podría ser la causa de un mayor riesgo de infertilidad masculina idiopática (21).
La vitamina A desempeña un papel clave en la espermatogénesis. Un estudio ha demostrado que los hombres de edad avanzada, aquellos con un alto índice de masa corporal y los fumadores presentan unas concentraciones en sangre de vitamina A y E más bajas y esto, a su vez, está asociado con una disminución de la calidad del esperma (22).
También la vitamina D parece influir en las células espermáticas: un estudio ha relacionado un alto nivel de vitamina D con una mayor movilidad de los espermatozoides y un aumento de la concentración del calcio intercelular (23). Además, existe evidencia de que la deficiencia de vitamina D podría estar asociada con problemas en la función de los testículos, los cuales se encargan de producir los espermatozoides y la hormona sexual masculina testosterona (24, 25).
El consumo adecuado de ácidos grasos omega-3 de cadena larga (PUFA) resulta igualmente importante para la calidad del esperma. Las membranas de los espermatozoides sanos contienen abundantes PUFA. Dado que los ácidos grasos son muy vulnerables al estrés oxidativo, es necesario protegerlos de los daños utilizando antioxidantes (26). Se ha descubierto que la concentración de PUFA en el esperma es más baja en hombres infértiles.
Serían aconsejables más estudios que investiguen a fondo la influencia de los micronutrientes en la salud reproductiva masculina. En especial las vitaminas A, E, D, el ácido fólico y los PUFA son algunos de los micronutrientes que suelen ser difíciles de obtener por medio de los hábitos alimenticios corrientes.