Mejora del nivel de lípidos en la sangre
El colesterol, sustancia grasa formada por ácidos grasos, alcoholes de cadena larga y diferentes restos de azúcares, es necesario para la formación de hormonas sexuales, sales biliares y vitamina D, y es asimismo un componente importante de las membranas celulares. Dado que el colesterol y otras grasas no pueden disolverse en la sangre, estos tienen que ser transportados a las células por las llamadas lipoproteínas. La lipoproteína de baja densidad (LDL) es la principal portadora de colesterol en la sangre. Si la cantidad de colesterol (LDL) y VLDL (proteína de muy baja densidad) que circula en la sangre es muy alta, se puede acumular lentamente en las paredes de las arterias formando una placa y dando lugar a aterosclerosis y a un mayor riesgo de cardiopatías. Entre una tercera y una cuarta parte del colesterol en sangre es transportado por la lipoproteína de alta densidad ( HDL). Se cree que la HDL retira el colesterol de las arterias y lo lleva de vuelta al hígado, donde es excretado del cuerpo. Además, la HDL parece eliminar el exceso de colesterol de las placas protegiendo contra las cardiopatías. Los triglicéridos son el tipo más frecuente de grasa en el cuerpo. Hay además fuertes indicios de que constituyen un factor de riesgo independiente de padecer enfermedades cardiacas. Unas concentraciones elevadas de triglicéridos en la sangre parecen afectar al ensanchamiento normal de las arterias que tiene lugar al realizar un esfuerzo físico. Conseguir un equilibrio entre el colesterol HDL y LDL y reducir los triglicéridos y la VLDL, son medidas importantes para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Numerosos estudios clínicos demuestran que, dependiendo de la dosis, los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 reducen los niveles plasmáticos de triglicéridos (8). Se cree que estos ácidos actúan reduciendo la producción de triglicéridos y VLDL en el hígado (9). Asimismo son capaces de aumentar las concentraciones de colesterol HDL y mejorar la relación LDL / HDL (10).
Por otro lado, un nivel alto de homocisteína en sangre se ha relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar cardiopatías. Las vitaminas B2, B6 y B12, y especialmente la vitamina B9 (folato), han demostrado disminuir los niveles de homocisteína. Por lo tanto, las personas con una ingesta insuficiente de vitamina B podrían reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, sobre todo de accidentes cerebrovasculares, aumentando su consumo de vitaminas B (11).